Un mar de besos y sonrisas

Víctor Zurrunero
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El Hospital San Pedro se suma a la celebración del Día Nacional del Niño Hospitalizado decorando la planta del Servicio de Pediatría y con la grabación de un vídeo en el que los sanitarios mandan ánimos a sus jóvenes pacientes

Profesionales del Servicio de Pediatría decoraron la planta del San Pedro con motivo del Día del Niño Hospitalizado. - Foto: El Día

El San Pedro vivió ayer una jornada muy especial, con la celebración del Día Nacional del Niño Hospitalizado. Los 7 jóvenes  pacientes ingresados ayer en el Servicio de Pediatría observaron como las paredes de la planta se decoraban con labios de diferentes colores, que simbolizan una ola de besos, llenos de alegría y cariño, para ellos y sus familias mientras dura su estancia en el centro sanitario. 

La pandemia nos ha robado los abrazos, pero todo el personal sanitario se esfuerza cada día para que con sus ojos suplir la sonrisa que oculta la mascarilla y que su afecto diluya el distanciamiento social. Así, los pacientes pueden sentir ese apoyo tan necesario durante un ingreso hospitalario y que se hace todavía más especial cuando se trata de los más pequeños. «Es un día de homenaje para los niños ingresados, sus familias y todo el equipo de Pediatría», afirma la supervisora de Enfermería del Servicio de Pediatría del Hospital San Pedro, Diana Ibáñez. 

Las medidas sanitarias establecidas ante la situación del coronavirus ha impedido por segundo año consecutivo celebrar el tradicional acto de lanzamiento de besos, que realizaban conjuntamente profesionales y niños, al ritmo de la canción Un mar de besos, del grupo Bombay. 

Pero lejos de desanimarse, el equipo del servicio se ha unido a la iniciativa de la Fundación Atresmedia y han grabado un divertido vídeo para compartir en el aula del Hospital San Pedro con el objetivo de sacar una sonrisa a los niños ingresados.  

Vocación y entrega. El videoclip que han grabado para celebrar esta jornada es una muestra del cariño diario de todo el equipo de profesionales.Al ritmo de la canción de Bombay, se van sucediendo los bailes, los besos y los mensajes de ánimo para los más pequeños del hospital San Pedro.

Ayer, fue una jornada muy particular, pero el afecto se percibe en la planta todo el año. «En nuestro día a día, todo el equipo, nos volcamos para que el niño y su familia tenga una estancia agradable», asegura Ibáñez que recalca el objetivo de hacerles sonreír cada día.  

Es una meta que se marca «el gran equipo» del servicio, compuesto por pediatras, enfermeras, TCAEs o la profesora del aula hospitalaria, sin olvidar a los celadores, personal de limpieza y voluntarios. «Todos estamos muy comprometidos con la humanización de los cuidados y el bienestar físico y emocional de los niños y sus familias», destaca Ibáñez. 

Aunque ayer fue una jornada festiva, las 24 horas de un día se pueden hacer muy largos para los pacientes de un hospital, especialmente, si se trata de niños. Ahí, es donde el personal juega un papel importante, más allá de los cuidados puramente sanitarios, y donde la vocación hacia los demás cobra una  especial relevancia. 

«Procuramos que la estancia hospitalaria no suponga un malestar para ellos», apunta la supervisora de Enfermería del Servicio que explica que «se busca el entretenimiento y distorsionar lo menos posible su rutina diaria». Además la unidad cuenta con un aula hospitalaria dedicada a actividades escolares pero también lúdicas.  

Una dedicación que las familias agradecen, «para ellas es fundamental nuestro apoyo, forman parte del núcleo de atención y cuidados». 

Ibáñez destaca la gran capacidad de adaptación de los niños y «así lo están demostrando»  durante esta pandemia. Además, lamenta que por la situación sanitaria, se han tenido que suspender las visitas de los voluntarios de Hospital Imaginario, «que hacían un trabajo extraordinario», pero espera que pronto puedan retormarlas.

Un iniciativa nacida en 2015. Las principales fundaciones, entidades y asociaciones vinculadas a la atención hospitalaria infantil se  unieron en 2015 para instaurar esta jornada, que se declaró para el 13 de mayo. 

Una iniciativa que potencia y pone en valor los esfuerzos de humanización que, día a día, realizan en los hospitales por parte del personal y todos aquellos agentes que hacen más agradable la estancia de los niños en los centros.