El Centro del Rioja se salvará del ajuste económico

Feli Agustín
-

El alcalde de Logroño reafirma el compromiso municipal de impulsar este proyecto pese a los efectos que la crisis puede causar en las cuentas públicas. Asume que jugará un papel importante en la «activación económica» con todo el sector vinícola

El Centro de la Cultura del Rioja recibirá 1,3 millones en los presupuestos del próximo año para su puesta en marcha. - Foto: Ingrid

El 29 de enero, el alcalde de la capital de la denominación vinícola más importante de España acompañaba a responsables de ocho de las once bodegas de Logroño (Franco Españolas, Olarra, Marqués de Murrieta, Marqués de Vargas, Bodegas Ontañón, Campo Viejo, Viña Ijalba y Bodegas Arizcuren)  en la presentación pública de una nueva asociación nacida con el objetivo compartido de convertir esta ciudad en destino enoturístico internacional en el marco de un modelo sostenible y de calidad, un proyecto ambicioso, pero perfectamente alcanzable en un enclave donde hunden sus raíces cuatro millones de cepas. 

      La agrupación, promovida por  Pablo Hermoso de Mendoza, será un engranaje importante en un mecanismo diseñado para convertir a Logroño en una enópolis, uno de los ejes del gobierno de la primera autoridad local. «El objetivo es aumentar el número de pernoctaciones, que la visita a la bodega se convierta en un ejercicio que trascienda la mera degustación de un Rioja para contemplar el paisaje del viñedo o disfrutar de las actividades de la cultura del vino», explica el alcalde.

En este horizonte de lograr la identificación de Logroño con el vino, un puntal de gran trascendencia será el Centro de Cultura del Rioja (CCR),  un espacio singular levantado sobre los restos rehabilitados del Palacio de los Yangüas del siglo XVI y  que, tras una millonaria inversión, ha estado solo un año en funcionamiento desde que concluyó la reforma, en 2011, y que el equipo de Cuca Gamarra no supo o no pudo dotar de músculo para convertirlo en el  corazón del casco antiguo.

«El CCR está llamado a desempeñar un importante papel como herramienta de activación económica», resalta Pablo Hermoso deMendoza, que no esconde que se trata de un edificio de gran complejidad,  cuyo mantenimiento como espacio de carácter museístico, tal cual era su concepción inicial, costaba un millón de euros, una cantidad  de todo punto inasumible. De igual manera, tampoco niega el trascendental impacto del coronavirus, que afectará a variables como PIB y empleo, y que, indudablemente, condicionará el destino de algunas partidas presupuestarias.

Aún así, el edificio, destaca el primer edil, se está adecuando -el pleno municipal del pasado 16 de abril aprobó varias reparaciones: filtraciones, carpintería y pintura interior, fontanería y goteras en cubierta- con el objetivo de poner a punto un espacio tan costoso.

máximo potencial.  Este es uno de los pasos a recorrer para convertir al CCR en un centro internacional de referencia en materia vitivinícola  que, aunaría, al menos, dos facetas, la enoturística y la formativa. Con este planteamiento, Hermoso de Mendoza ya ha  mantenido conversaciones con actores económicos y culturales y, una vez transferido el edificio del área municipal de cultura a la de turismo, pasará a depender de la futura dirección general de Promoción Económica. 

      Aello suma que Rioja  «ofrece las mejores experiencias con los mejores profesionales, con actitudes, conocimientos, competencias y capacidades para ofrecer formación cualificada» en materia vitivinícola. Con la vocación de convertirse en un instrumento al servicio de agentes económicos, como bodegas o asociaciones de la cultura y la educación vinculadas al vino, a la par que en su «casa»,  es la intención aprovechar al máximo el potencial de un lugar emblemático en el corazón del casco antiguo y en ruta a Santiago.

En estado de «arranque», aunque «dando pasos importantes», y  sin querer caer en urgencias, el alcalde no se atreve a avanzar una fecha de apertura.  «Hay que hacer las cosas bien», constata, por lo que  no descarta la puesta en marcha de manera gradual.