"No vamos a permitir que el chavismo usurpe el Parlamento"

Sabela Bello (EFE)
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El presidente electo de la Asamblea Nacional hasta el próximo enero y dirigente antichavista asegura que el hecho de que la oposición no se presente a las legislativas de diciembre no significa que vaya a claudicar ante el régimen de Nicolás Maduro

"No vamos a permitir que el chavismo usurpe el Parlamento" - Foto: Rayner Peña

En Venezuela, donde el Gobierno ha convocado a elecciones parlamentarias para el 6 de diciembre, la oposición no acudirá a las urnas. Pero uno de los líderes antichavistas, Juan Guaidó, mantiene que su ausencia en los comicios no supone claudicar y, de hecho, adelanta que las calles registrarán multitudinarias protestas para mantener su pulso con el Ejecutivo de Maduro, al que no permitirán continuar con su «dictadura» ni que «usurpe» el Parlamento. 

¿Habrá elecciones legislativas el próximo 6 de diciembre?

Lo que está planteado es una trampa. No reúne condiciones mínimas e, incluso, así lo destacó la UE en pleno y también el Grupo de Lima. Lo que está planteado la dictadura es simplemente usurpar, un fraude, es, nuevamente, como hicieron en 2018, querer burlarse de los venezolanos y también de la comunidad internacional. Pretende eternizarse en el poder en detrimento de todos los venezolanos. Pueden tratar de imponer el fraude, pero no va a ser distinto el resultado a lo que ya sucedió en 2017 y 2018 (con las elecciones presidenciales), que no tuvo participación por parte de la ciudadanía. Y 28 partidos de la alternativa democrática de Venezuela lo rechazaron.

¿Qué repercusión va a tener el acuerdo de esos 28 partidos?

La vital es que los 28 partidos están unidos rechazando el fraude y buscando alternativas para, en pandemia y en dictadura, poder ejercer la mayoría de cara a elecciones presidenciales y parlamentarias con cinco condiciones fundamentales: la primera, el derecho a elegir y ser elegido, que es algo elemental. Es decir, a través de la inhabilitación, cárcel política, exiliados, no puede ser la dictadura la que determine quiénes son los candidatos. La segunda es que los partidos deberían estar en manos de sus dirigente legítimos. Es decir, supongamos que en España venga el Tribunal Supremo y y designe a dedo quiénes son los dirigentes del PP, el PSOE, Podemos o Vox. Eso es lo que está pasando hoy en Venezuela. La tercera es el cronograma electoral presidencial y parlamentario. El cuarto elemento es el árbitro, que el Consejo Nacional Electoral en Venezuela sea designado, como dice la Constitución, por el Parlamento y el quinto es la observación electoral. Son elementos básicos. Si hay elección, en Venezuela en cinco días, yo no podría ser candidato a nada porque estoy inhabilitado y perseguido, al igual que los principales líderes de cada partido. Eso es fundamental para nosotros.

¿Qué supone para el Gobierno el apoyo internacional a su no participación en las legislativas?

La derrota de esa trampa, de ese fraude que pretende perpetrar Maduro, quien, de continuar con la soberbia, seguirá aislado y arrastrando al país a una crisis peor. Si hoy tenemos más de 5,2 millones de refugiados, podríamos superar a Siria. Por nuestra parte, representa el apoyo a la causa democrática venezolana y el aumento de presión internacional e interno para favorecer las cinco condiciones para lograr convertir un proceso electoral en una ventana de oportunidad de cambio y poder resolver la crisis humanitaria en el país y recuperar confianza. 

¿No cree que si se presentasen a las elecciones podría pasar como en Bielorrusia y recuperar la calle?

Hay un elemento clave, que es el ejercicio de la mayoría. En Venezuela, hemos tomado la calle muchas veces. Hay 400 asesinados en la calle ejerciendo nuestro derecho a la protesta. Yo mismo tengo todavía proyectiles alojados en mi cuerpo de haber ejercido la protesta en 2017, en 2018 y mucho antes. Esa realidad, lo que tenemos que hacer es retomarla, hemos utilizado el escenario de movilización a través de elecciones, como hicimos en 2015 cuando ganamos el Parlamento, pero fuimos un paso más allá. No solamente expresamos la mayoría, sino que logramos arrebatarle a la dictadura el Parlamento. ¿Qué hizo la dictadura? Destruyó el Parlamento, 96 sentencias en contra de la Asamblea, 46 diputados presos y exiliados, inmunidades allanadas o violadas, así que el reto es ejercer la mayoría, como lo están haciendo en Bielorrusia. Tenemos que reinventarnos, pero el esquema es el mismo, es la manifestación, las protestas, la huelga, la consulta democrática.

Su mandato al frente de la Asamblea Nacional termina el 5 de enero. ¿Quién tomará el control?

El período parlamentario es de cinco años, que llega a término el 5 de enero de 2021. Nuestra lucha es para renovar poderes públicos. El Ejecutivo, que desde 2018 está vacante y yo soy presidente encargado, como dice la Constitución, hasta lograr una elección presidencial libre, justa y verificable, que solamente en dictadura se les ponen apellido a las elecciones. Hay también una disposición de continuidad, de redefinir una transición, que fue la que aprobamos en 2019, que da sustento jurídico y legal al mandato interino. Lo que puedo decir es que no va haber vacío de poder. No vamos a permitir que se usurpe el Parlamento.

¿Qué estrategia política plantea de aquí a final de año?

Primero, fijar posición política y no participar en un fraude. El siguiente paso va a ser la convocatoria a un gran pacto unitario de cara a presentar la ruta de acción del país. Nuestras opciones no son sencillas, pero hay que construir mayorías. 

¿Es factible a medio plazo es ese Gobierno de emergencia nacional?

En la medida que presionemos, va a ser factible. No esperamos la buena fe o que tenga una epifanía la dictadura mañana, porque se dieron cuenta de que se destruyó la economía nacional, que hay un bote de petróleo en este momento en el mar Caribe, que nuestras etnias del Amazonas están siendo desplazadas. Estamos dependiendo de las variables que podemos controlar, una propuesta de cara al futuro en el país, garantías para la transición.

¿Qué beneficio directo reporta que un tribunal británico haya prohibido al Gobierno de Maduro manejar el oro depositado en el Banco de Londres? Ustedes tampoco pueden retirar el depósito.

La idea es proteger los fondos de Venezuela. Además, que no sean utilizados para la corrupción ni para financiar terrorismo.

¿Cómo se prevé que va a evolucionar la pandemia en Venezuela?

Hay apenas dos laboratorios a nivel nacional que hacen la prueba PCR, así que es difícil hacer seguimiento del número de casos, porque el régimen no permite que ningún laboratorio privado haga los test. Si hay una dictadura que trata como bioterroristas a los ciudadanos que vuelven a su país, ¿qué podemos decir? Hemos conseguido que el régimen no bloqueara la ayuda de Cruz Roja y de la Organización Panamericana de la Salud, pero no es suficiente. Además, se entregará un bono de 300 dólares al personal de la salud repartido en 100 dólares mensuales, pero tampoco es suficiente. No hay agua, no hay recursos.

Ustedes han tenido acceso a algunas cuentas en el exterior bloqueadas para el Gobierno de Maduro, ¿cómo se va publicar y justificar?

Es un dinero que está protegido del régimen de Maduro y logramos a través del Parlamento la liberación de un fondo, y hay una comisión de finanzas ad hoc y se ha hecho una gestión a nivel administrativo para que no pasara por las manos de la dictadura ni de ningún banco nacional. Se hará llegar a los beneficiarios a través de un sistema electrónico protegido y el Gobierno encargado tampoco va a tocar ese dinero, sino que irá directamente al personal de salud.