Más atención en el cuarto trimestre

María Albilla (SPC)
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Después de dar a luz es tan necesario que la madre se cuide como durante el embarazo. Una buena nutrición, además del ejercicio adecuado son la base, a la que habrá que añadir mucha paciencia de quienes forman el entorno cercano de la mamá

Durante los nueve meses que dura el embarazo, tanto la madre como el niño están sometidos a controles constantes que certifican que todo va bien en la salud de ambos, pero, una vez que se da a luz... las cosas cambian mucho y, en un momento de especial sensibilidad y necesidad de atención, las madres se encuentran un poco desamparadas. Por eso, cada vez se habla más de los cuidados necesarios en lo que se ha venido a llamar el cuarto trimestre de la gestación. Unos cuidados que deben ir acompañados de información y consejos que ayuden a superar el día a día de esa nueva vida.

Y al hablar de consejos, hay que especificar que se necesitan consejos de los de verdad, no de los de vecina, que en muchos casos solo sirven para agobiar más a las madres. Para ayudar a las mamás en esos momentos están libros como Cuidarse para cuidar, lo que nadie te había contado para recuperarte del posparto en cuerpo y alma, (Cúpula) en el que Raquel López afronta de una manera desenfadada y muy realista desde los problemas que pueden surgir en el posparto a cómo potenciar el entrenamiento o volver a tener relaciones sexuales tras dar a luz.

López considera que se deberían poner a disposición de las mujeres servicios y apoyos adaptados a las necesidades de cada una en estos momentos, que cubran el bienestar físico, social y psicológico de la madre. Es decir, dotarla de herramientas para poder mejorar  su salud tras el parto, como sucede  en países como Francia o el Reino Unido.

Pero el cuidado debe empezar mucho antes y debe hacerse con el autocuidado. La CEO de MAMIfit, una empresa especializada en embarazo y posparto, explica que este último período dependerá, en gran medida, «de la calidad de los tejidos de tu cuerpo, es decir, de la salud de tus células, del colágeno, así como de todos los elementos que intervienen en la estructura y el funcionamiento del organismo». Con esto quiere decir que mucho cuidado con lo que se ve en las redes sociales, que pueden llevar a engaño «aunque cada vez hay más mujeres que enseñan su cuerpo desnudo y sin filtros, aún tienen poca influencia», relata. Lo cierto es que en el estado que se encuentren los tejidos es crucial para determinar la eficacia de la recuperación y si hay algunos factores que no son modificables, como la edad y la genética, hay otros que sí los son, como la nutrición y el ejercicio.

Directa y empática, Raque López habla de tú a tú en el libro. «¿Cómo tener el cuerpo de una top model después de dos hijos? La respuesta es fácil. ¿Eres ella? Si la respuesta es no, no hace falta que sigas con la deducción», comenta.

López sabe que con un recién nacido en casa no hay reglas, por lo que anima a las mamás a confiar en su instinto y a que pidan ayuda siempre que lo necesiten. 

«Hay que encontrar el equilibrio entre estar rodeada y ser invadida» por las visitas y los familiares. Saber delegar es clave y no solo en la pareja, porque el bebé necesita «una madre descansada y feliz».

Donde duermen dos...

Otro aspecto del que no se olvida la autora es del terremoto que supone la llegada de un nuevo hijo a la pareja. «Si antes erais dos, ahora sois tres y ese tercero lo ocupa todo. Esto hace que se pueda descuidar la relación de pareja», reflexiona López.

Las relaciones sexuales pueden llegar a ser incluso un motivo de discusión, ya que «pasan a un décimo plano, por no decir más», bromea. En este sentido, explica que hay que hacer entender a la pareja que el parto tiene un fuerte impacto en la sexualidad de la mujer por lo que la solución si esto se convierte en un problema es «amor y mucha paciencia». 

Recalca la necesidad de cuidar la parte emocional, ya que la madre crea tal vínculo con el bebé que «las hormonas hacen que esté en una nube de amor en la que solo caben ella y el recién nacido». En este sentido, concluye que la «solución» es tan fácil y a la vez tan complicada como ponerse en el lugar del otro. «La madre debe entender que su pareja se puede sentir sola y la pareja debe entender que la otra parte no tenga deseo sexual, pero que necesita más amor que nunca».