Han sido miles las personas contagiadas, las que han requerido de servicios hospitalarios, y miles también los sanitarios y sociosanitarios que han estado en la primera línea de la batalla contra el coronavirus. Por su vocación de servicio por su cercanía con las personas, por su contribución a que La Rioja sea una de las zonas más alabadas, por su gestión y por su compromiso, este colectivo recibió ayer la Medalla de La Rioja, la más alta distinción que puede otorgar el Gobierno de La Rioja según sus estatutos. Medalla que fue concedida por la presidenta del Gobierno, Concha Andreu, a tres representantes de este colectivo.
Y en nombre de casi 8.000 sanitarios y sociosanitarios de La Rioja, tres mujeres recogieron el galardón: Pilar Espinosa, supervisora del Servicio Riojano de Salud (Seris), María José Leciñana, médico de Atención Primaria, y Marta Vicente, auxiliar de enfermería de la Residencia de Mayores de Lardero. Las tres ponderaron la labor de todo su colectivo de profesionales desde los celadores a limpiadores, conductores de ambulancias, auxiliares, hasta los del último eslabón en la UCI. Pero tampoco se olvidaron de agradecer su labor y esfuerzo a toda la sociedad riojana, a la vez que transmitieron con total emoción los momentos más duros de su batalla. En esos en los que miraban a los ojos a las víctimas y enfermos, e incluso les ayudaban a que su último adiós fuera menos amargo o al menos para que no se encontraran solos.
Espinosa destacó que «tenemos que ser conscientes de que la mejor vacuna contra el coronavirus es la unidad que ha permitido que todos hayamos sabido adaptarnos e iniciar la victoria sobre él». «Una unidad de acción en la que se ha puesto en valor la salud pública. Ha sido un trabajo en equipo. Hemos echado en falta los abrazos, muestras de cariño y amistad de los nuestros, pero esa cercanía a la que estamos acostumbrados la hemos tenido que hablar con nuestros ojos», con los que han transmitido el cariño. Pero también reconoció que en esos ojos, «hemos encontrado, tristeza, desolación o dolor». Espinosa aseguró que este galardón «lo compartimos con todos los riojanos». Y también hizo una mención a la empresa riojana de Arnedo y de Ezcaray «que cambiaron su rutina para equiparnos de protección» (refiriéndose a los Epis que confeccionaron para los sanitarios). La representante del Seris cerró su alocución asegurando que, «todo lo que pase en el futuro lo solucionaremos».
María José Leciñana, médico que también fue víctima del virus, aseguró que todo lo que han hecho «lo hemos hecho con cariño». «Hemos cogido la mano de un hospitalizado para hacerle sentir que no estaba solo. Hemos navegado con poca certidumbre. Pero con trabajo en equipo. Han sido meses muy duros pero gracias a las medidas y al esfuerzo de la sociedad riojana hemos podido salir». Así pidió esfuerzo a todos los riojanos para que «sigan siendo responsables para no llevar al traste lo trabajado para de ese modo construir la nueva normalidad que de paso a la normalidad de siempre». Y agradeció a todo el colectivo de sociosanitarios su labor, y también los aplausos de las ocho «que han supuesto unas fuerzas extra cuando empezaban a flaquear».
La auxiliar de enfermería de la Residencia de Lardero Marta Vicente quiso agradecer la labor a todo el colectivo de sociosanitarios y aseguró que «esta pandemia nos ha hecho gestionar el miedo para dar tranquilidad y confianza a los que teníamos a nuestro lado. Hemos luchado juntos contra ella, y juntos vamos a salir de ella», concluyó Vicente tras asegurar que el trabajo se había hecho en equipo y que la medalla era para todos.