La semana del pelotazo

Diego Izco
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Djokovic finiquita con su expulsión del US. Open el peor verano de su carrera ] Su desquiciamiento arrancó en el Adria Tour, en el que se dieron nueve positivos cuando pretendía recoger fondos contra el virus

La semana del pelotazo - Foto: TATYANA ZENKOVICH

Novak Djokovic puede ser Novak y puede ser Djokovic. Es decir, es el tenista asombroso que usa la raqueta como un incansable instrumento de tortura al rival o el que la destroza contra el suelo en un ataque de ira y frustración; el jugador que ofrece su asiento y su paraguas al muchacho que le protege de la lluvia en un torneo o el que se encara con el público y lo manda callar; el que ríe y hace reír, el que hace bromas en seis o siete idiomas distintos, el que desde 2011 promueve y financia una fundación para ayudar a la infancia más desfavorecida (es embajador de Buena Voluntad de Unicef)... o el que pierde los papeles como sucedió esta semana, en la madrugada del pasado lunes, dándole un pelotazo (involuntario) a una juez de línea en el Abierto de Estados Unidos, lo que supuso su expulsión del torneo.

Mientras Nole decía «estoy muy disgustado, es una lección para mí», Djoker había dicho en caliente al árbitro principal: «La mujer no ha ido al hospital... ¿Me vas a descalificar por esto?». O se podría enfrentar su rápida reacción en redes sociales («Pido perdón por mi comportamiento») con su irascible reacción en Flushing Meadows, donde no acudió a la conferencia de prensa. 

La semana del pelotazo ha traído cola y mil reacciones alrededor de Djokovic (Belgrado, 22 de mayo de 1987), y pone una pica en un verano lamentable para él. 

‘número uno’. Si el año pasado se había convertido en el quinto jugador de la Historia con más de 250 semanas en el ‘número uno’ (tras Federer, Sampras, Lendl y Connors), este año arrancaba con fuerza en el único grande que se ha disputado, el Abierto de Australia:revalidó el título ganando en la final a Dominic Thiem y se afianzó en lo más alto de la clasificación ATP, galones con los que llegó el lamentable parón por el coronavirus.  

Todo arranca en el Adria Tour, un torneo de exhibición organizado por el propio Djokovic en varios países de los Balcanes. Aprovechó el parón debido a la pandemia con la excusa de recaudar fondos para hacerle frente... pero la ‘fiesta’ derivó en escándalo: nulo distanciamiento social, cero protocolos sanitarios, saraos  en Belgrado con otros tenistas sin camisetas ni mascarillas, y un balance de nueve casos positivos únicamente entre los participantes: el propio Djokovic, su entrenador (Ivanisevic) y su preparador (Panici), los jugadores Dimitrov, Coric, Troicki y sus parejas... 

doble ruptura. Tras la polémica tampoco hubo calma.Djokovic encabezó una escenificación de ruptura con la ATP, creando una asociación para defender a los tenistas fuera de la organización oficial. Presentó este sindicato tras ganar el título en Cincinatti (a Raonic, el 29 de agosto)... y la polémica no solo ha sido con la Asociación de Tenistas Profesionales, sino con sus dos ‘compañeros’ del ‘Big Three’:tanto Roger Federer como Rafa Nadal salieron a la palestra para afear su actitud y pedir unidad en estos tiempos.