Las estimaciones de la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España (ACCOE) apuntan que la cosecha española de cereales alcanzará esta campaña los 18,35 millones de toneladas -frente a los 22,45 millones de 2020-, lo que supone un descenso del 18%.

Los cálculos de ACCOEparecen atinados en La Rioja, a tenor de las previsiones de la Consejería de Agricultura, que apunta que la cifra de toneladas de trigo recogidas pasarán de las 148.300 del año pasado a las 145.000 de esta campaña, una diferencia que se hace más notable si se tiene en cuenta que ha aumentado la superficie sembrada, de 27.300 hectáreas a 29.500.

La cebada mantiene la misma evolución en cuanto a la producción, que desciende de las 105.700 toneladas de 2020 a las 78.000 de este ejercicio, aunque en el caso de las hectáreas sembradas el camino ha sido el opuesto al del trigo, al caer de 20.000 a 17.000.

Los rendimientos esperados -4.600 kilos/hectárea en cebada y 4.900 en trigo- no difieren sustancialmente de los ejercicios previos- y la merma respecto al año pasado se asienta en la cosecha histórica de 2020.

De momento, según el último Observatorio de Precios Agrarios de la Consejería, del 21 al 26 de junio, la cebada cosechada en Rioja Baja estaba dando unos rendimientos medios de unos 3.000 kg/ha con unos pesos específicos normales.

Abel González, técnico de ARAG-Asaja, coincide en que las previsiones son inferiores, como consecuencia de distintos factores climatológicos que han afectado al campo, como el frío intenso entre los meses de diciembre y enero, una falta de precipitaciones «bastante acusada» entre marzo y abril; a lo que se suman los últimos episodios de pedrisco, que han minorado la cosecha en algunas zonas. 

«La cosecha es más corta que la del año pasado, aunque sí es cierto que la de 2020 había sido muy buena», coincide Óscar Salazar, presidente de la Unión de Agricultores (UAGR), que augura que puede ser «algo inferior» a una cosecha normal. Avisa, no obstante que el aumento de las temperaturas puede mermar la cosecha, fundamentalmente de trigo en algunas zonas de Rioja Alta, donde todavía no se ha iniciado la recolección.

Mejor precio. Lo que también apuntan las previsiones es que los precios serán más elevados, según coinciden los representantes de los sindicatos agrarios. De hecho, según el último boletín de la Consejería, el trigo se está pagando a 21,80 euros/100 kilos; y la cebada a 19,5; el año pasado cerró con el precio del trigo en 210,03 euros/tonelada, y el de la cebada, en 183,36.

«Se está pagando más que el año pasado por estas fechas, pero no son los precios a los que deben estar los cereales», apunta Salazar, afirmación que secunda González, que asegura que fertilizantes y combustibles han contenido precios respecto a otros ejercicios.

«La rentabilidad del año pasado fue mayor», asegura el técnico, que apunta que los precios han gozado de un estatus «por encima de los últimos cinco años» de los meses de septiembre a mayo, 

A la producción tradicional de trigo y cebada se ha sumado en los últimos años la colza, que se ha convertido en una alternativa importante, fundamentalmente, para la rotación de producciones. «Al año siguiente se recoge algo más de cereal y hay menos malas hierbas y ayuda al total de la explotación», entiende el presidente de la Unión de Agricultores.

El técnico de ARAG no se cansa de alabar las bondades de este cultivo, además de que este año se encuentra en unos niveles de precio histórico. «Jamás han alcanzado unos precios tan elevados como en este momento;están batiendo récords», asegura.