La escalada alcista que experimentan los precios de los cereales y otras materias primas agrícolas en los mercados internacionales desde agosto de 2020, además de otros productos como el acero o el cobre, están trayendo de cabeza a varios sectores productivos y amenaza con dificultar el camino que ha emprendido la economía mundial para recobrarse de los daños causados por la covid, que ya se está viendo entorpecido  por la carencia de microchips, que está afectando al automóvil.

Según The Economist, los precios de las materias primas industriales duplican los vigentes en 2019, mientras que los precios de las materias primas agrícolas están más de un 50% por encima.

En un mercado global, «si abrimos las puertas, estamos sometidos a vaivenes y decisiones geopolíticas que influyen en los precios de las materias primas, como los cereales», argumenta Abel González, técnico de la organización ARAG-Asaja, que califica como «lamentable» que productos destinados a la alimentación de seres humanos y animales coticen de igual manera que la acción de una empresa».

Óscar Salazar, presidente de  la Unión de Agricultores, coincide en que se trata de un mercado totalmente liberalizado, donde intervienen numerosos protagonistas, incluidos fondos de inversión, «que actúan sobre las materias primas».

«Se está jugando con los precios de la comida», denuncia González, que razona que «estamos en manos de agentes externos al sector, especuladores y fondos de inversión que, en determinados momentos, apuestan por unos productos en detrimento de otros y hacen que las cotizaciones suban o bajen a su antojo.

Al respecto, apunta que los fondos de inversiones están invirtiendo en elementos como el fósforo o gasoil, habida cuenta de que en épocas de crisis, como la que estamos atravesando, las materias primas se convierten en valores «refugio» y «ahí están jugando su partida de póquer».

Alerta del aumento «vertiginoso» de precios de combustibles, fertilizantes y maquinaria, que están experimentando «una burbuja que no se había visto desde 2007/2008, cuando se vivieron auténticos dramas», una circunstancia que obedece a un fenómeno de  especulación «pura y dura» porque no hay consumo.

Al respecto, cita específicamente a productos como glifosato, materiales de emparrado, acero... «Todas las materias primas están experimentando un aumento que produce vértigo», reitera el técnico del sindicato agrario, que prevé, tal como se están desarrollando los acontecimientos, que está es la tendencia que se prevé de cara al futuro.