La confianza adquirida por el buen juego, acompañado de los resultados, es la principal baza del Abanca Ademar para afrontar su debut mañana (Palacio, 20.45 horas) en la Liga Europa en la eliminatoria "doméstica" que le enfrentará a otro de los cuatro representantes españoles en la segunda competición continental, el Ciudad de Logroño. Los de Miguel Velasco, en su tercer duelo continental de la temporada, confían en la fortaleza del Palacio para lograr un resultado útil de cara al encuentro de vuelta de la próxima semana en León.

Los leoneses llegan a la primera cita a domicilio entre alfileres ya que dos de sus jugadores, el extremo internacional Jaime Fernández y el lateral serbio, Marko Milosavljevic, arrastran lesiones, el primero de tipo muscular lo que condiciona su presencia durante muchos minutos en pista y el balcánico después de sufrir el pasado viernes en liga ante Sinfín un esguince de tobillo. El técnico Manolo Cadenas confía en contar con ambos, si no al cien por cien de rendimiento, sí para que puedan minimizar los efectos en una plantilla que ya cuenta con otras ausencias por lesión como las de dos laterales diestros, Leandro Semedo y Theodoros Boskos, además del extremo Antonio Martínez.

No está exento de lesionados el conjunto riojano. Terçariol no jugará en toda la temporada y Leo Almeida, uno de sus pivotes, no estará disponible hasta la segunda vuelta. Eso sí, el preparador segoviano podrá disponer, si así lo considera oportuno, de Aliaksander Markelu, portero bielorruso que ya participa de la rutina logroñesa.

Mientras el equipo de Cadenas cuenta por victorias sus dos compromisos en la liga frente a Antequera y Sinfin, los riojanos cayeron con contundencia ante el Barcelona en el arranque liguero (22-37) y, de manera más sorpresiva, precisamente ante el equipo que perdía en cancha leonesa en su vuelta a la máxima categoría. El sábado, los logroñeses volvían de vacío de Antequera (33-31).

Los riojanos aún no han puntuado pero son conscientes de que la Liga Europa es otra cosa y confían en remontar el vuelo en esta competición. De pasar la segunda y última eliminatoria, los logroñeses arribarán nuevamente a la fase de grupos, donde les esperan cinco de los mejores rivales de la segunda competición continental. Será un desafío económico para la directiva y un reto deportivo para una plantilla que confía en decir adiós a su mal inicio liguero.