Desalojado un club de alterne por cuarta vez en seis días

El Día
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El local, situado en Rincón de Soto, continuaba abierto al público con lo que incumplía las restricciones de la Covid-19. La Guardia Civil ha propuesto para el dueño una sanción de entre 6.000 y 24.000 euros

La Guardia Civil en La Rioja ha inspeccionado y desalojado, por cuarta vez en seis días, un club de alterne en el municipio riojano de Rincón de Soto, por continuar abierto al público y ejerce su actividad "con total normalidad", con lo que incumplía las restricciones impuestas para combatir la pandemia de la Covid-19.

El propietario del establecimiento, un hombre de 51 años, natural de República Dominicana y vecino de Rincón de Soto, ha sido propuesto para una sanción por cuatro infracciones graves a la Ley de Sanidad, por lo que se enfrenta a una pena de multa de entre 24.000 y 6.000 euros por cada infracción, ha detallado este jueves la Guardia Civil en una nota.

Imagen del interior del club de alterne. Imagen del interior del club de alterne. - Foto: Guardia Civil

Los agentes, durante cada una de las actuaciones, se entrevistaron con las ocho trabajadoras del establecimiento -tres de ellas en situación irregular en España- para intentar detectar si estaban siendo víctimas de explotación laboral o sexual o de trata de seres humanos con dichos fines y, en caso positivo, derivarlas a las autoridades competentes y garantizarles la protección de sus derechos.

Guardias civiles hablan con chicas del club.Guardias civiles hablan con chicas del club. - Foto: Guardia CivilLa primera actuación se llevó a cabo en la madrugada del pasado día 12, tras recibir varias informaciones relacionadas con la apertura del club, que fue inspeccionado, desalojado y cerrado y se denunció a su responsable por infracción grave a la Ley de Sanidad.

En la madrugada del día siguiente se estableció un operativo, que estuvo a punto de desbaratarse al detectar el encargado del club la llegada de los agentes, por lo que alertó a los clientes y a las trabajadoras para que abandonaran el lugar.

Se comprobó que el club seguía funcionando a pleno rendimiento y, tras ser identificados los clientes y las trabajadoras, se instó por segunda vez al propietario al cese inmediato de la actividad y los usuarios fueron desalojados de manera escalonada y ordenada.

Tras este desalojo, el propietario del club, de manera "desafiante y amenazante", manifestó a los agentes su total desacuerdo con la denuncia y el cierre de su negocio y les indicó que nadie le impediría a abrir al público para continuar con su actividad, ha añadido la Guardia Civil.

En la tarde-noche del día 17, el dispositivo de vigilancia sobre el club detectó actividad en el interior, por lo que los agentes accedieron al interior para su inspección, el levantamiento de actas-denuncias, el desalojo de los clientes y el cierre del local.

El responsable del club volvió a reabrir durante la madrugada del 19 al 20, por lo que fue de nuevo denunciado y desalojados los clientes del local.

Tras esta actuación, el propietario del establecimiento indicó a los agentes que procedía a cesar su actividad de manera definitiva.