Las obras en el Puente de Piedra, entrada del Camino de Santiago en Logroño, y sometido a un proceso de restauración desde el 20 de abril del año pasado, marchan en tiempo y forma y estarán, por tanto, concluidas a finales de febrero, fecha prevista para su finalización.

Así lo ha confirmado el responsable municipal de urbanismo, Jaime Caballero, quien, no obstante, ha advertido de que si las condiciones climatológicas son adversas, el término de la intervención podría demorarse.

Esta actuación, según señaló el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, no solo supondrá un «impacto cultural», ya que este viaducto es la puerta de entrada natural del Camino Jacobeo, «sino que también va a garantizar la accesibilidad y la seguridad que hasta ahora no ofrecía al peatón», que será el principal beneficiado de esta conexión entre el centro histórico y los barrios de la margen izquierda del río, como San Antonio, El Campillo o Santiago.

Para ello, se han proyectado dos aceras de 1,52 metros de ancho cada una (frente a los 1,45 metros de las vías actuales, envejecidas y con varias reparaciones) con baldosas de granitos naturales. Entre estas aceras y la calzada se dispondrán, además, sendas filas de bolardos para separen los tráficos rodados y peatonales. Como elemento decorativo, dichos bolardos tendrán la concha del peregrino serigrafiada.

La plataforma superior del puente, que cuenta con una distancia total de 200 metros, continuará iluminada por las 16 farolas existentes a las que se les aplicará el tratamiento de restauración apropiado y se incorporarán luminarias de tipo LED para garantizar un consumo responsable sin perder calidad de iluminación

El proyecto lo ejecuta la empresa CJM Obras y Gestión Sostenible,  por un importe de 906.000 euros, de los que 510.00 son financiados gracias al Programa 1,5% Cultural del Ministerio de Transportes y el resto va con cargo a Logroño.

El Puente de Piedra fue inaugurado en 1884, obra de Fermín Manso de Zúñiga.