Una mala tarde para el Logroño

M. A. G-S.
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El cuadro riojano inicia el año firmando una inesperada derrota ante un Sinfín superior (23-27)

Imagen del Palacio sin público. El Ciudad de Logroño ha echado en falta a sus aficionados. - Foto: El Día

Ficha técnica:

 

Balonmano Logroño: Jorge Pérez Molina, Balenciaga (3), Casado (5), Serradilla Sánchez-Migallón (2), Eduardo Cadarso (6, 3p) y Ernesto Ortiz (2) -septeto titular-; Rangel Luan (p. s.), Sikosek, Dorado, Moreira (5) y David Cadarso.

Sinfín: Ernesto Sánchez, Alejandro Blázquez, Nicolás Zungri (2), Ignacio Valles (4), José Manuel Herrero (10), Alberto Pla (2), Alejandro Blázquez Barco -siete inicial-; Elcio Pascoal (p. s.), Darko Dimitrievski (3), Nacho Castro (3, 1p), Ángel Basualdo, Ramiro Martínez (3), Leonardo Alonso

Árbitros: Andrés Peñaranda y José Antonio Yagüe. Eliminó a Dimitrievski, con tres exclusiones (minuto 52). Excluyeron con dos minutos a los locales Sánchez-Migallón (2), Eduardo Ortiz y Balenciaga así como a los visitantes Nacho Castro, Zungri, Ramiro Martínez, Basualdo y Leonardo Alonso.

Parciales: 0-3, 3-6, 5-9, 9-12, 10-13 y 13-15 (al descanso); 14-16, 17-17, 19-20, 20-22, 22-24 y 23-27 (final).

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 18ª disputado en el Palacio de los Deportes sin público.

 

 

El Balonmano Logroño no ha podido empezar de peor forma el año. El equipo riojano ha caído 23-27 ante un Sinfín que fue siempre por delante. Pese a que los riojanos llegaron a empatar el partido (17-17), el Sinfín no ha dejado escapar la victoria gracias a la actuación de su portero y de su pivote, Herrero, autor de diez goles.

 

El equipo de Miguel Velasco firmó una primera mitad para olvidar en la que lo mejor fue, sin duda, el marcador. El 13-15 penalizó los méritos de un Sinfín que fue siempre por delante, manejándose durante gran parte del primer acto con hasta cinco tantos de ventaja.

 

Ernesto Sánchez, en la portería, y Herrero, en el pivote, castigaron continuamente la portería de Jorge Pérez, que tuvo poco lucimiento. Pese a que el Ciudad de Logroño arrancó sin brío, Miguel Velasco no se desesperó ni tan siquiera cuando la primera mitad llegó a su ecuador con el Sinfín dominando a su antojo (5-9). No fue hasta el minuto 20 cuando el técnico navero llamó a capítulo a los suyos. El golpe de efecto surgió efecto. Casados, percutiendo con dos acciones fulmíneas, y Eduardo Cadarso apretaron el marcador que, tras un intercambio de contras provechoso para los riojanos, llegó al descanso con 13-15. Ni tan mal para una primera mitad de escaso acierto local.

 

La segunda mitad arrancó con escasa intensidad aunque el Balonmano Logroño, haciendo la goma, seguía teniendo opciones. Ernesto Sánchez era el baluarte cántabro. Pero Rangel Luan comenzaba a dejar su sello. El brasileño fue una de las razones que el equipo de Miguel Velasco lograse empatar la contienda (17-17) al borde del minuto 40. El encuentro comenzaba de nuevo.

 

Sin embargo, cuando más cerca parecía el sorpasso, al Logroño le entró el miedo de manera que el Sinfín se manejó con dos goles de ventaja (22-24) hasta que a los de Velasco, cansados de hacer la goma, se fueron del partido. El 23-27 fue la consecuencia final de una tarde para olvidar.