La nueva tournée de la Orquesta Júpiter

G.B.
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La asociación Panal recupera un teatrillo musical con autómatas de madera fabricados por un ebanista de Nalda a mediados del siglo pasado y con el que su familia se ganó la vida

Algunos de los autómatas, en su estado actual, en un local de la asociación Panal. - Foto: La 7 de La Rioja

Santiago García no tenía tierras, pero sí una mente imaginativa, carácter emprendedor y seis hijos a los que sacar adelante, junto a Virgilia Ducal, su mujer, luchadora igualmente. Ebanista en Nalda, de las manos y los formones de Santiago salió una orquestilla compuesta por autómatas de madera accionados por un ingenioso sistema de cuerdas, que hacía las delicias del público con sus movimientos acompasados, al son de la música de un magnetófono. Con ese singular elenco de artistas de madera, Virgilia y cinco de sus hijos (Santiago falleció antes) recorrieron España, e incluso alguna ciudad africana, a mediados del siglo pasado con un espectáculo sorprendente para la época.  

Aquella pequeña compañía familiar, que probó fortuna en la Plaza de la Tela de Nalda antes de embarcarse en su tournée por Logroño y el resto del país, bautizó a sus criaturas de madera como la Orquesta Júpiter. Al conjunto del espectáculo, que se completaba con figuras que se movían en derredor de los músicos y otros dos muñecos a tamaño natural, se le rotuló con el rimbombante nombre del Palacio de las maravillas del arte.

Y no era para menos. El desbordante ingenio de Santiago y su familia hizo que todo aquel carrusel de marionetas pudiera manejarlo una única persona con un sencillo pero a la vez eficaz sistema de cuerdas. La función se representaba dentro de un teatrillo desmontable. La pequeña compañía se anunciaba como Empresa Ducal, por aquello de que el apellido materno tenía una sonoridad más artística y comercial.  

Virgilia Ducal posa con sus hijos en la entrada a la caseta que acogía las representaciones.Virgilia Ducal posa con sus hijos en la entrada a la caseta que acogía las representaciones. - Foto: Foto cedida por la asociación PanalDe todo aquel aparataje artístico quedan los muñecos articulados de la orquesta, que la asociación Panal de Nalda se ha propuesto devolver a la vida. Voluntarios de este activo colectivo trabajan ya en la reparación de los autómatas y en la confección de los ajados trajes de los músicos, en un proyecto que tratar de recuperar las piezas, recopilar la historia de esta familia y su espectáculo y devolverle a Nalda un pedazo de su pasado, que todavía los mayores del lugar recuerdan con enorme cariño.

historias y emociones.  Como explica Fabiola Pérez Moracia, miembro de la asociación Panal, la idea es reconstruir la orquesta y recrear incluso la portada de la caseta del teatro, para mantenerlo expuesto de manera permanente en un local que tienen alquilado en la Cooperativa Frutos del Campo, e incluso poderlo hacer funcionar en alguna ocasión especial, como podría ser la Fiesta de la Ciruela. «Lo que pretendemos es recuperar historias y emociones», comenta Fabiola Pérez Moracia, que destaca la colaboración de los descendientes de aquella familia de auténticos emprendedores, que se ganaron la vida entre los años 40 a 60 con este teatro. 

Además de la orquesta, que tiene su propio director y músicos con cuerpo de madera y algunos de los instrumentos fabricados en metal, en el escenario las cuerdas movían también a otros personajes que giraban alrededor (tal vez de ahí el nombre de Orquesta Júpiter) y otros dos autómatas, un hombre y una mujer, a tamaño natural. 

El proyecto de recuperación también incluye el arreglo del magnetófono del que salían los pasadobles y otras músicas de la época que acompañaban el movimiento de los muñecos. 

Después de décadas de parón, el director de ‘la Júpiter’ volverá a agitar su varita.