El EDF cae en Málaga con honor

M. A. G-S.
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El Barcelona, ayudado por un cuestionable penalti, conquista su séptima Copa de la Reina ante un EDF Logroño que le plantó cara

El EDF cae en Málaga con honor

Ficha técnica:

 

Barça: Sandra Baños; Leila (Malanie, 75), Mapi León, Andrea Pereira, Marta Torrejón; Alexia, Patri Guijarro (Hamraoui, 69), Aitana Bonmatí (Vicky Losada, 75); Hermoso (Oshoala, 64), Lieke Martens (Mariona, 64) y Graham.

EDF Logroño: Pamela Tajonar; Caracas, Inés Juan, Cazalla, Lorena Valderas; Judith Luzuriaga, Ana Velázquez (Chini Pizarro, 66), Grace Asantewaa (Tavlo, 46), Nyman (Carol, 80), Ida Guehai (Fishley, 67); Jade Boho (Rebecca Elloh, 77).

Árbitra: Zulema González González.

Goles: 1-0, M. 40: Alexia Putellas, de penalti; 2-0, M.43: Aitana Bonmatí, desde la frontal, penaliza una pérdida riojana; 3-0, M. 60: Jenni Hermoso, de cabeza.

Incidencias: final de la Copa de la Reina 2020 celebrada en La Rosaleda. Sin público.

 

El Barça es el nuevo campeón de Copa de la Reina. El conjunto culé cumplió con el pronóstico. Fue mejor que el EDF Logroño. Sus ocasiones fueron infinitas. Su control, omnímodo. Su dominio de la situación, incuestionable. Pero sólo un accidente pudo con las riojanas que resistieron con fiereza el 0-0 hasta que en el minuto 40, Alexia Putellas, rodeada de dos contrarias, cayó en el área. ¿Fue penalti? Quizás sí, aunque será difícil mitigar la sospecha de que la decisión tuvo cierta carga de injusticia. 

 

Era cuestión de tiempo que el Barça inclinara la final a su favor, pero por si acaso se encontró, camino del descanso, con un castigo máximo que Alexia Putellas no desaprovechó. Y, al minuto, cuando el EDF no había digerido la decisión arbitral, un disparo desde la frontal de Aitana Bonmatí acabó por indigestar a las logroñesas que se vieron sin opciones tras defenderse con oficio durante casi tres cuartos de hora. En el segundo acto, cayó el tercero. Pudo haber más porque el Barça fue infinitamente superior aunque para asegurarse su Copa necesitó un penalti cuanto menos cuestionable.

 

Al equipo de Javier Moncayo, que estrenó en La Rosaleda a la recién llegada Fishley, por ahora le aguardan numerosas finales. No ya en la copa, sino en la liga. El título en juego hasta el 27 de junio es la permanencia en Primera, mucho más importante que el jugado en la capital costasoleña.

 

Sorprendió el EDF Logroño con su plan de partido, con muchos cambios en el once para aguantar el desgaste físico al que le iba a exigir un Barça dueño absoluto del esférico. Jade Boho era la única referencia ofensiva, demasiado aislada, con la única misión de cargar, en solitario, contra todo y contra todas.

 

El control culé fue ofensivo aunque las catalanas, después de que Jenni Hermoso rematara a las manos de Tajonar una buena combinación, sólo pudieron superar desde la distancia el pétreo entramado riojano. Así, en el minuto 10, Patri Guijarro, desde el medio campo, trató de superar la muralla logroñesa. No fue gol por centímetros. Pero bastó para amedrentar a un EDF Logroño dispuesto a resistir numantinamente.

 

Así iba a ser la final. Al cuarto de hora, nueva oportunidad de lucimiento para la mexicana que paró una doble ocasión blaugrana, tirando de reflejos en el área pequeña tras una falta cargada de veneno. Tras otros quince de abuso futbolístico blaugrana, Lieke Maertens, desde la frontal, disparó potente pero la norteamericana no se venció. Y, al minuto, Alexia Putellas dio demasiada comba a su remate. Aguantar y aguantar. No quedaba otra.

 

El plan  saltó por los aires en el 40. Un saque de banda desde la izquierda llegó a Alexia Putellas que, sin espacio, fue trabada por Marta Cazalla. La colegiada no se lo pensó: penalti. Máximo castigo para un mínimo contacto. La derribada no falló y puso por delante al Barcelona que, sin esta generosa decisión, difícilmente hubiera hincado el diente a las de Javier Moncayo. El EDF se sentía derribado.

 

El penalti desnortó al EDF Logroño que, a continuación, perdió un balón en la medular para que Aitana Bonmatí, con espacio, se plantara en la frontal y ajusticiara a Pamela Tajonar. Adiós a la copa tras un error ajeno y otro propio. 

 

Moncayo sacrificó la velocidad de Asantewaa por el músculo de Tavlo pero la final estaba muy comprometida. El control siguió siendo de un Barça que, sin inmutarse, fue acumulando ocasiones. En quince minutos, generó un remate de Mapi León, un lanzamiento envenenado de Patri Gijarro desde la frontal, un cabezazo sibilino de Aitana y un despeje sobre la línea de Caracas. No había ocasión ni de soñar porque Jenni Hermoso, con un plácido cabezazo a centro exquisito de Leila, acabó por tumbar de forma definitiva a Pamela Tajonar y al EDF.

 

Se llevaba una hora de juego y no quedaba otra que tratar de evitar una goleada. Por fortuna, Oshoala no afiló su colmillo -cuatro ocasiones meridianas desaprovechó- y el Barça se dio por satisfecho pese a que Alexia Putellas, desde casi la medular, estrelló el cuarto en el larguero. Pamela Tajonar, la mejor de las logroñesas, tocó lo suficiente para evitar un gol estratosférico. La séptima Copa era suya. Aunque hasta el minuto 40 no la vio nada clara.