Los peores pronósticos se han cumplido y el Puente Mantible, un elemento singular del patrimonio histórico logroñés que llevaba años en peligro, ha cedido al derrumbarse uno de los dos arcos que quedaban en pie, el situado la margen derecha, correspondiente a La Rioja, ya que el otro, que pertenece a Álava fue consolidado en su día.
Entre las causas que se barajan están el aumento del caudal del Ebro y el empuje de las fuertes rachas de viento de días atrás. Precisamente, el pasado día 7 el concejal de Patrimonio y Centro Histórico, Adrián Calonge, alertó de
que el puente podría colapsar por el peso de la nieve.
Ese mismo día, el Ayuntamiento de Logroño anunció que las obras para la recuperación del Puente Mantible en su parte correspondiente a Logroño se encuentran ya en fase de licitación, con un importe inicial de 703.460 euros, de manera que la previsión
del Ayuntamiento de la capital riojana es que los trabajos se puedan iniciar a finales de mayo o principios de junio, y estar listos sobre finales de noviembre.
Situado entre El Cortijo y la pedanía de la localidad alavesa de Assa (Lanciego), este puente fabricado en piedra de sillería, de origen romano para unos y medieval para otros, está compuesto actualmente por dos arcos, uno ubicado en La Rioja (situado
en la margen derecha del río Ebro con el estribo conservado) y otro en el País Vasco, en mejor estado de conservación.