Durante 2020 se han dispensado 45.000 recetas médicas menos que en 2019, lo que ha supuesto la primera caída desde hace cinco  años en el número de envases. Y se debe a muchos factores relacionados con la pandemia, como que ha habido menos visitas médicas  y que los usuarios han acudido directamente a su farmacia en busca de medicamentos para patologías leves que no requieren receta. (Aunque no hay datos sobre la venta de estos fármacos sin receta). 

De lo que sí hay cifras es de que ha cambiado el tipo de medicamento prescrito también por la pandemia. Por ejemplo, han descendido las recetas de antiinflamatorios, «por las restricciones y el confinamiento que ha cambiado la forma de vida de muchas personas y quizás también las lesiones». De  antibióticos  «porque por ejemplo ha habido menos infecciones por la protección con la mascarilla y las medidas de cuidado social». Y han aumentado las recetas de analgésicos, como el paracetamol por ejemplo que ha crecido un 11,2%, el metamizol , o preparados antimigrañosos con un aumento de 11,2%. También han crecido las prescripciones de psicolépticos como ansiolíticos (3,18%), hipnóticos y sedantes(un 3,21%) y antipsicóticos (3,10%).

Así lo explica la directora general de Humanización, Prestaciones y Farmacia de la Consejería de Salud, Pilar Sáenz, que añade que en el caso por ejemplo de los analgésicos se han dispensado más porque se recomendaba en caso de fiebre, «hubo una alerta que no fue confirmada, pero que indicaba que no se usara el ibuprofeno». Y por ejemplo los antimigrañosos se han dispensado más porque «es uno de los síntomas que más se indicaban de la covid, el dolor de cabeza».

En cuanto a los ansiolíticos, se han recetado más, porque, «es verdad que la pandemia ha creado una posible situación de preocupación de ansiedad, de peores ciclos de sueño que han llegado a consulta médica». Supone unas medidas de protección de la covid que influyen directamente en la utilización de estos fármacos. «Hay que tener en cuenta muchos factores, y no solo el que los pacientes hayan ido menos al médico. Son muchos los factores que contribuyen a una contención del gasto. Pero es cierto que se ha reducido el uso de medicamentos».

Y también es importante señalar, apunta la directora, que durante enero y febrero de este año y en relación con los de 2020 está disminuyendo el gasto farmacéutico.  

Según los datos del Ministerio de Sanidad, en La Rioja se han dispensado en este 2020 menos recetas que en 2019. Se vendieron  6.371.341 envases, lo que supuso un 0,7% menos que el año pasado. A nivel nacional sin embargo aumentó un 0,82%. 

Pero, aumentó el gasto farmacéutico (que paga el Gobierno de La Rioja), con un montante de 73,7 millones de euros, un 0,36% más. Eso sí, en España ese gasto creció mucho más que en la región con una media de un 2,63%. Pero también es cierto que el gasto medio por envase facturado ha crecido un 1% con respecto al año anterior, lo que conlleva a un aumento del gasto a pesar de que se hayan dispensado menos recetas.

«Es cierto que el gasto de los envases dispensados este año tienen más importe pero el gasto se ha mantenido prácticamente mientras que ha aumentado más en España», apunta Sáenz de la misma forma que apoya que un uso racional de la medicación pasa por una prescripción adecuada en Atención Primaria a las necesidades del paciente y es importante para la contención del gasto. «Y desde Farmacia se toman en cuenta estas medidas entre otras como la utilización de genéricos y precios de referencia para los medicamentos».

Más ansiolíticos y antidepresivos.

El presidente del Colegio oficial de Farmacéuticos de La Rioja, Mario Domínguez, explica que durante la pandemia se han vendido más medicamentos que tienen que ver con el trastorno del sistema nervioso, ante el crecimiento de los trastornos del sueño, la ansiedad o la depresión que ha  desencadenado esta pandemia sanitaria. Y aquí Domínguez quiere hacer un inciso para lamentar que la gente mayor de 70 años es el colectivo que peor está pasando esta situación de forma no solo física sino cognitiva por la falta también de relaciones sociales, y por lo que se denomina ‘fatiga pandémica’. 

 Según los datos del  Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (Cismed) durante el año pasado creció la venta de los ansiolíticos o antidepresivos un 15%.  Si bien el de los analgésicos ha crecido un 25% incluso el del paracetamol en concreto un 43%.  Y como curiosidad, según Domínguez lo que se ha reducido de forma importante durante este invierno es la venta de antigripales.