Tras un año en blanco por la pandemia, los niños de Logroño vuelven a disfrutar en San Mateo de las aventuras de Gorgorito. La marioneta, creada hace siete décadas por Maese Villarejo,  mantiene intacta su capacidad de reunir cada año a varias generaciones, quienes corean juntos la famosa canción Té, chocolate y café.

¿Cómo ha vivido Gorgorito la pandemia?

Al principio triste y con pena porque no podía salir de casa. No podía visitar las ciudades y los pueblos donde tengo un montón de amigos. Ahora más contento por que ya empiezo a ir a algunos sitios. Por ejemplo, al principio del verano pensaba que no iba a venir a Logroño y ahora resulta que sí. Lo que me ha dado mucha alegría. 

¿Tenías ganas de volver a ver los niños logroñeses?

Por supuesto, porque Logroño es para mí como mi casa. Tengo muchos amigos en todas partes y visito distintas zonas de la ciudad. Y siempre paso a ver la escultura tan bonita que tengo aquí. Es algo que me hace mucha ilusión.

¿Te gusta cómo has quedado reflejado en esa escultura?

Me encanta, porque además han puesto un espacio para que los niños se puedan colocar a mi lado y hacernos una foto juntos. Es lo que más me gusta. 

¿Cuántas fotos te llegas a hacer con los niños?

Tropecientas, (ríe). Siempre vienen muchos niños por detrás del escenario para fotografiarse conmigo. Ahora con la pandemia es más difícil porque no podemos estar tan cerca. Pero algunas veces nos hacemos fotos, siempre con la distancia y la mascarilla. 

¿Cómo te reciben los niños?

¡Estupendamente! Siempre vengo a Logroño con la incertidumbre de si mis amiguitos se acordarán de mí de un año para otro. En esta ocasión con más ya que han pasado dos años sin vernos. Espero que sigan viniendo a ayudarme en todas mis aventuras.

¿Cuántos años llevas viniendo a las fiesta de San Mateo?

La primera vez que fuimos a San Mateo fue en 1954, de eso han pasado ya 67 años, que son muchos. Pero yo sigo teniendo siete años, como cuando la visité por primera vez. 

¿Cuál es el secreto para seguir conquistando a tantas generaciones?

Cada vez tengo más amigos, porque se van sumando más cada año. Creo que el secreto está en que se lo pasan muy bien con mis aventuras. Ellos disfrutan mucho y yo también, porque, siempre que vienen a ayudarme, salimos victoriosos. 

¿La bruja Ciriaca es tan malvada como parece?

Sí, ya lo creo! Pero en el fondo tiene su corazoncito. Aunque siempre intento que la bruja no haga cosas malas, en el fondo la tengo un poco de cariño. Estoy seguro de que los niños de Logroño también la quieren un poco.

¿Cuál es tu aventura favorita?

Uy! No sabría decirte...,hay muchas. Por ejemplo, En el fondo del mar,  pero me lo paso muy bien en todas.

¿Este año es un poco diferente, por las medidas anti covid?

La gente asiste a vernos y son conscientes de que tienen que respetar las normas de distancia y llevar mascarilla. Lo aceptan perfectamente. 

¿Han cambiado mucho los niños desde la primera vez que visitaste Logroño hace más de medio siglo?

Te diría que no. Los niños de ahora son iguales que los de hace sesenta años, porque se siguen emocionando con las mismas aventuras. Tienen los mismos valores e identifican lo que está bien y lo que está mal. Siguen defendiendo al personaje ‘bueno’ y más desvalido, frente al personaje ‘malo’ que intenta engañarlos o aprovecharse de ellos. 

¿Cuál es la parte de tus aventuras que más te gusta?

Lo que más me gusta es cuando al final vencemos y todos juntos cantamos la canción de Té, chocolate y café. La cantamos todos juntos, también los papás y los abuelos, y a mí me hace mucha ilusión. Yo creo recuerdan cuando ellos eran niños.

¿Cuándo comenzaste a cantar esta famosa canción?

Desde hace muchos años, tantos que no me acuerdo. Se lo he preguntado a mis padres, pero ellos tampoco recuerdan cuál fue su origen y cuándo fue la primera vez. Pero seguro que hace más de sesenta años.  

¿Nunca te han preguntado por qué vistes siempre igual?

 Nunca me lo han preguntado, (ríe). Es verdad que siempre voy igual, pero hay muchos héroes y personajes de aventuras infantiles que llevan siempre la misma ropa, como Tintín o el Pato Donald. Es parte de la personalidad. 

¿Eres buen estudiante?

Sí, muy bueno. Me gusta ir al ‘cole’ porque aprendo cosas muy interesantes. Tengo muchos amiguitos y me lo paso muy bien allí. Además, Rosalinda y yo vamos juntos a la misma clase. 

¿Por qué te llamaron Gorgorito?

Pues no lo sé. Se lo he preguntado a mi papá muchas veces y no recuerda de dónde viene mi nombre. Pero desde el principio me llamaron así. 

Con tantos viajes, ¿qué llevas siempre en la maleta?

Una estaca. Llevo dos o tres porque siempre se me rompe alguna y tengo que llevar de repuesto. También una cámara de fotos porque voy a sitios muy bonitos y me gusta hacer fotografías.