Esther López es guipuzcoana de nacimiento (Hernani, 1973) pero desde hace ocho años se siente riojana. Llegó a Haro en 2012, ciudad que cambió al año siguiente por Murillo y, de ahí, a Logroño. La mejor jugadora del voley español se retiró en La Rioja tras sumar veinticinco títulos. La gran mayoría los logró aquí, no así el ‘grande’, la Champions, que la conquistó en Tenerife. En Logroño ha dado inicio a su trayectoria como entrenadora. Cambia la capital riojana por Cartagena, pero promete volver. Y lo hará muy pronto. Es cuestión de tiempo. Aquí se siente como en casa.
1. Polideportivo Lobete. El lunes se despidió de Logroño no sin antes pasar por Lobete para saludar a Pedro, Carmelo, Marius, Erik, Sergio, Álvaro, José, Willy, Jaime, Nico, Carmen (a las dos), Julia, Ana, Cristina, Soria y Mirian, responsables de una instalación «en la que he sido muy feliz». En el parqué de Lobete se retiró la mejor jugadora del voley español y en ese mismo escenario debutó como entrenadora. «Lobete me sabe a voley, a grandes partidos, muy buenas compañeras y a un equipo histórico (Voley Logroño), ganador, que desgraciadamente ya no existe aunque por fortuna la cantera permanece». «Aquí me he sentido como en casa», se despide desde un hall que la próxima temporada estará huérfano del mejor voley femenino.
2. La Grajera. Cuando necesitaba desconectar, cuando se agobiaba, La Grajera era su destino. «Es un espacio inmensamente verde, muy tranquilo, un gran parque natural al alcance de todos los logroñeses», se enternece.
3.Adarraga. Esther es deportista y siempre lo será, por eso le tiene tanto aprecio al Centro de Tecnificación al que pudo acudir una vez dio comienzo la desescalada. «Han sido muchas pretemporadas y muchas mañanas de entrenamiento ahí», recuerda. «Es una gran instalación con un gran personal», apunta.
4.People. Su familia y sus conocidos le acusan de ser muy sosa y de ser demasiado hogareña. No frecuenta muchos bares pero cuando busca una oficina para trabajar sin trabajar, ahí estaba el People, céntrica cafetería logroñesa ubicado a escasos metros del Polideportivo de Lobete, su verdadera oficina: «Es el lugar de reunión ideal para estar con las jugadoras tras los entrenamientos, para charlas con los directivos, pero también para desconectar». «¡Que no soy tan sosa».
5.San Juan y Laurel. A la Laurel baja cuando vienen sus hermanos de Hernani y a la San Juan cuando no están ellos. Le encantan todos los pinchos pero, especialmente, «los vegetarianos». Y entre tanta delicatessen su elección la tiene clara: los champiñones.
6.Parque de la Ribera. Si no hubiera sido deportista de elite, la mejor del voley español, hubiera sido «caminante». Se define así misma como flâneuse y, para andar, más allá de La Grajera, no hay mejor sitio que este parque que transcurre paralelo al Ebro, junto a Riojaforum y que se extiende, pasando la depuradora, por el Parque del Iregua, otra zona propicia para reflexionar. Confiesa, en cualquier caso, que a Miko, su perro, «le gusta más a mí».
7.El Ferial, de Haro. Haro es una ciudad preciosa, muy acogera, con gente muy cercana. «A los vascos nos encanta ir a Haro pero a mí me gusta no por La Herradura, por el Barrio de las Bodegas o por los viñedos que rodean a la capital del vino. A mí me llena también por El Ferial, donde juega el Haro Rioja Voley». Para la marea azul la reclutó Ismael Merino, «con el que guardo una gran relación», y aquí ganó su primer triplete. Fue su primera experiencia en La Rioja y coincidió con grandísimas jugadoras como Helia (González), Noelia (Sánchez), María José Garrido ‘Pepo’, Nicy, Meritxel Alceda, Jessica Rivero. «Lo siento, Carlos (Arratia), pero ganamos la Copa y la Supercopa al Murillo», se ríe.
8.Murillo. Arratia, el presidente del entonces Voley Murillo, lo tuvo claro y reclutó a Esther y Noelia. El talento de las ex azules se sumó al de Yoraxi Meleán, Daniella da Silva, Fernanda Gritzbach, Esther Blázquez, Iva Pejkovic, Patricia Barrio y Miriam, que será ahora su presidenta en el Argar Surmenor (Murcia). «Fue mi segundo triplete», presume. En Murillo se sintieron «muy queridas y arropadas». «Vivíamos todas en el pueblo, bajábamos mucho a la plaza y eso hizo que hubiera una gran comunión». Después el Voley Murillo se transformó en Voley Logroño, una historia de éxito que tocó a su fin el pasado 8 de junio.
9. Monte Cantabria. Las mejores vistas de Logroño están en este monte, «un sitio muy agradecido que, además, me permite hacer un poco de cardio y respirar aire fresco». Merece la pena el esfuerzo y ver la ciudad ante ti. «Es una caminata que no creo que eche de menos», bromea.
10.Bodegas Heras Cordón. En el txoko de esta bodega fuenmayorense el Voley Logroño festejó la gran mayoría de los 18 títulos conquistados en las últimas siete temporadas. «Muy agradecido a los dueños de la bodega y a Luis por habernos agasajado y habernos tratados como unas reinas». Ya no volverán aunque el agradecimiento permanece, al igual que también el cariño a Bodegas Perica (San Asensio), «con Rosa a la cabeza que «tan bien nos trató».