El potente sector agrario riojano que, según cifras de 2019, aporta el 4,5% del PIB y genera cerca de 600 millones de euros, se muestra esquivo con la producción ecológica. Aunque la superficie creció un 12% en 2019 hasta las 4.000 hectáreas, ocupa únicamente el 2% de los  cultivos, lo que la sitúa a la cola del país y a gran distancia del objetivo del Pacto Verde Europeo, que exige que sea de un 25% en 2030, horizonte que ya rozan Cataluña, Andalucía y Navarra, y a pesar de que España es el tercer país del mundo en superficie eco.

De estas 4.000 hectáreas,  más de una de cada cuatro las ocupa el viñedo, que creció cerca de un 15% hasta las 1.085 hectáreas, que suponen, no obstante el 2,3% del total de viña en La Rioja. El olivar es, sin embargo, el cultivo que ofrece un mayor porcentaje de superficie en ecológico del total: 751 hectáreas, un 13,3% de sus 5.651 hectáreas. La almendra también mantiene su buen comportamiento, con un alza cercana al 12%, hasta las 756 hectáreas. Fue, sin embargo, la pera el cultivo que ha experimentado el mayor avance, con 60,58%, con 97,73 hectáreas ecológicas en 2019.

«La Rioja debe dar un gran salto para pasar del 2,16%  al 25%, objetivo  que debe cumplir el Estado en 2030», constata  la directora general de Agricultura y Ganadería, María Jesús Miñana, que destaca que España es el primer país de la UEen superficie ecológica, con 2,35 millones de hectáreas.

Con 392 operadores, de los que 245 son productores agrícolas, Miñana señala que la producción sostenible es una «prioridad estratégica» para su departamento, y destaca que el sector se enfrenta a importantes novedades antes de alcanzar el horizonte 2030.

Así, recuerda que el 1 de enero de 2022 va a entrar en vigor un nuevo reglamento -que se ha retrasado un año debido a la covid- que va a armonizar el modelo de producción en la Unión Europea;supone «una base en cuanto a producción ecológica se refiere».

«Es importante porque la ecológica es un tipo de producción con unas normas muy rigurosas, pero que deben ser las mismas para todos con el fin de competir en igualdad de condiciones», señala Minaña, que resalta también la necesidad de esa armonización para competir con países terceros. Este reglamento pone también el foco en aumentar la confianza del consumidor o en reforzar la producción «ligada al suelo».

Además, la directora de Agricultura explica que las administraciones españolas se encuentran elaborando el Plan Estratégico, que será la base de la nueva Política Agraria Común, (PAC) 2023-30, que se asienta sobre dos pilares:ayudas directas e intervenciones regionales donde, en la actualidad, se encuadra la agricultura ecológica, aunque es posible que varíe.

«Defendemos que la agricultura ecológica permanezca en intervenciones regionales para que, como comunidad autónoma, tengamos potestad de marcar el apoyo de una producción que para nosotros ha de ser muy importante hasta 2030», explica la responsable de Agricultura, que defiende el modelo de ayudas plurianuales. Al respecto, constata la necesidad de que los labradores que se sumen a esta producción posean la formación y un compromiso de, al menos, cinco años. 

«Los beneficios de la agricultura ecológica en el medio natural no se notan en un año», afirma Miñana, que destaca que la política europea ha marcado que la nueva PACserá «mucho más verde», con compromisos medioambientales «mucho más ambiciosos» que en la fase previa.

Sostenibilidad. Al respecto, asegura que La Rioja asume estas directrices y «tenemos absolutamente interiorizado» que esta nuevo periodo de la PAC debe ser en el que se dé el gran empujón a las producciones sostenibles. 

En este contexto, y  a pesar del retraso, estima que La Rioja está en «muy buena posición» para alcanzar la meta porque partimos de dos cimientos sólido, agricultores profesionales y producción de calidad. Por ello, entiende que «no debemos tener problemas para ponernos la nivel de otras comunidades autónomas».

La Dirección de Agricultura argumenta que el hecho de que La Rioja ocupe la última posición del país en cultivos ecológicos puede obedecer al reconocimiento de «alta calidad» de las producciones de la región, lo que conlleva «que no necesite el segundo apellido de ecológico». «Ese reconocimiento de calidad para uva, pera o aceite, que gozan de un alto posicionamiento, hace que no tengan la necesidad de buscar un segmento de mercado ecológico», considera.

Ello no es óbice para que confirme que el camino eco es el que debe recorrer la agricultura , «independientemente de que haya producciones que no dependan desde el punto de vista económico de las ayudas de la PAC». Así las cosas, subraya el importante reto al que se enfrenta La Rioja hasta el año 2030, «convertirse en una región sostenible desde el punto de visa de producción agraria», objetivo en que se alinea la producción ecológica. Explica que esa producción sostenible se basaría, principalmente, en cuatro factores, «aire, agua, suelo y biodiversidad», además de las  energías renovables y aspectos sociales vinculados a precios justos o a condiciones de trabajo.  «Debemos alcanzar un sistema de producción que cubra las necesidades del presente sin comprometer los recursos del futuro», concluye.

El Centro de Producción. Silvia Gallo, directora técnica del Centro de la producción agraria ecológica de La Rioja (CPAER),  con responsabilidad en la definición del sistema de calidad ligado al control y certificación de la producción, confirma que es un tipo de cultivo «en auge» desde hace varios años, en consonancia con los nuevos objetivos de la Política Agraria Común (PAC).

«Cada vez hay más operadores, tanto de producto transformado como de cultivos», constata Gallo, que destaca la labor de control del Consejo, al tiempo que avanza que el CPAER va poner el foco en la formación, dirigida tanto a los agricultores que quieran introducirse en la producción ecológica como los que ya están inscritos para que amplíen los cultivos en los que practican tratamientos ecológicos.

La promoción es también otro de los ejes del trabajo del Consejo, que se encarga de gestionar y mantener actualizados los registros públicos de operadores -productores, elaboradores y comercializadores- acogidos a esta figura de calidad en La Rioja.

Al respecto, su directora técnica explica que la covid ha provocado la suspensión las acciones previstas en este capítulo, como la participación en ferias a las que acuden representando la producción ecológica riojana con el objetivo de incrementar su comercialización; o los eventos en los que, organizados por terceros, participan. «En los Paseos saludables que organiza el Gobierno de La Rioja entregamos fruta», informa la directora técnica del CPAER, que se muestra expectante sobre el posible desarrollo de ferias este año.

Además, explica que su gran apuesta son los canales de comunicación, como las redes sociales, o los prescriptores. «Tenemos cuenta en todas las redes sociales, a través de las que realizamos una importante labor de divulgación, además de otras acciones promocionales, como sorteos», explica Gallo, que indica que estas acciones se dirigen tanto al consumidor final como a los agricultores para «animarles a reconvertir sus cultivos en ecológico»,  a la vez que a los distribuidores que están buscando productos que comercializar.

Para facilitarles la tarea, avanza que es su propósito renovar y «dar un aire fresco» a la página web, además de seguir trabajando con prescriptores que recomienden los productos ecológicos de La Rioja.

Se muestra convencida de que existe disposición  de dedicarse a la agricultura ecológica entre los productores, «de los que cada vez se van animando más»;al igual que entre los elaboradores de producto transformado, que «quieren responder a las demandas de los consumidores por lo tienen que tener alguna referencia ecológica en su carta de elaboración».

Por ello, gran parte de las conserveras ya se han inscrito en el CPAER, relata Gallo, que se muestra optimista en cuanto al futuro ecológico de La Rioja.