Ariauto anima a La Rioja a ser referente del eléctrico

Feli Agustín
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Un total de 117 vehículos eléctricos se han vendido en La Rioja hasta agosto, el 6% del total, el triple de la media nacional

Cerca del 6% de los coches vendidos en La Rioja hasta agosto han sido eléctricos. - Foto: Óscar Solorzano

En este contexto de escasez de semiconductores y atravesando el último tramo de la crisis sanitaria, el mercado del automóvil está marcando unas cifras nefastas,  más bajas que en 2020. En agosto, La Rioja fue la segunda comunidad donde más cayeron las ventas en agosto, con un descenso del 46,1%. De este descenso se están quedando al margen los vehículos eléctricos, cuyas ventas se incrementaron un 9,6%. En los primeros ocho meses del año, según los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), las ventas de este tipo de vehículos crecieron en nuestro país un 62,86%, hasta 14.460 unidades, el 2,02% del total. En La Rioja, en el mismo periodo, se han vendido 117 vehículos eléctricos, el 5,92%, una cifra que triplica así la media nacional. «Hay un cambio exponencial en la forma de propulsión del automóvil que, siguiendo directrices europeas, nos ha de conducir en 2035 a cero emisiones de dióxido de carbono, señala Eduardo de Luis, presidente de la Asociación Riojana de Automoción Ariauto, que recuerda que la intención del Gobierno es que el 10% de los automóviles nuevos en las carreteras sean eléctricos a corto plazo.

«Hay que motivar a los conductores para que adquieran coches movidos por este tipo de combustible», señala De Luis, que entiende que es una tarea que también compete a la administración.

De hecho, el representante de concesionarios y talleres se muestra partidario de que La Rioja, «una comunidad pequeña» se convierta en referente en la adquisición de automóviles eléctricos, un aspecto que considera que no requiere  «un esfuerzo extraordinario» por parte de las administraciones. Al hilo de esta reflexión, destaca que La Rioja ha sido una de las últimas comunidades en poner en marcha el  plan Moves III, «una ambiciosa» iniciativa, que  asigna unas ayudas «importantes»  a los compradores para compensar la diferencia de precio con los coches que utilizan combustibles convencionales.

De Luis reconoce que la crisis de los semiconductores está demorando los plazos de entrega de los vehículos, una circunstancia que  puede estar lastrando las ventas. «Comprar un coche es algo ilusionante y si tienes que esperar cinco meses, se desinfla la ilusión», constata.

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