El enorme reloj situado sobre la puerta de entrada, simétrico al que luce enfrente, en la estación del ferrocarril, es el síntoma más evidente de que se avanza en el proceso que ha de conducir a Logroño a poner en funcionamiento la nueva estación de autobuses, que ha de sustituir a la actual, que data de 1958. Con las obras concluidas hace ya un año, el concejal de Desarrollo Urbano, Jaime Caballero, no modifica las previsiones ofrecidas entonces por el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, y confía en que entrará en funcionamiento el año próximo, aunque elude mencionar fechas concretas.
«Cuando lo recibimos era una edificio, pero no una estación en si misma», reitera Caballero, que destaca que faltaban por licitar todos los elementos imprescindibles para que cumpla su función; esto es, mobiliario y equipamiento, sistemas tecnológicos o de gestión.
De momento, ya se han instalado los servicios vinculados a la seguridad del edificio, como las cámaras;y los elementos de asistencia al viajero, como paneles informativos. En junio pasado se licitó el mobiliario de la estación y faltarían aún todos los sistemas de información a personas con discapacidad cognitiva y el sistema de gestión, incluidas la equipación de las dos cafeterías, pliego que se está redactando con la previsión de licitarlo en breve. En conjunto, la actuación supondrá un gasto ligeramente superior a un millón de euros.
Caballero recuerda el «revuelvo» que se generó cuando, a la recepción de la obra, el alcalde estimó que habrían de transcurrir un par de años para su apertura, vaticinio que justifica en el tiempo que requiere su puesta a punto.
«Nuestra idea es que pueda entrar en funcionamiento el año próximo, pero aún hay pendientes asuntos importantes», señala el responsable de urbanismo, que menciona la complejidad y dilatación de los trámites administrativos, al margen de cualquier otra circunstancia que pueda entorpecer el desarrollo de la actuación.
Al hilo de esta reflexión, recuerda que los tribunales han paralizado la licitación del nudo del Vara de Rey, después del recurso presentado por la Asociación de Empresarios de la Construcción, Promoción y Afines de La Rioja (CPAR), lo que retrasará la urbanización del entorno. «Se podría hacer una entrada provisional», destaca Caballero que, aunque constata que es «deseable» que la adaptación de la zona se desarrolle a la par que la equipación de la estación, su apertura no va a depender de la evolución de la zona anexa.
«Somos optimistas en que el recurso de resuelva pronto», afirma el edil de Desarrollo Urbano, que apunta que Iberdrola ya trabaja en el soterramiento de la subestación eléctrica de Cascajos.