En nada, 2020 será historia y el calendario pasará la hoja de un nuevo año. 2021 se nos presenta en menos de 24 horas con muchos retos deportivos. El mayor de ellos, la cita olímpica aplazada el pasado verano por la pandemia. Una decena de deportistas riojanos aspiran a estar ahí. De momento, ya tenemos a uno clasificado: Luis de la Fuente, que en calidad de seleccionador sub’21, buscará el oro en Tokio. El resto de aspirantes (CarlosColoma, Sheyla Gutiérrez, Gazi Jalidov, Álvaro Fernández, Paula Grande, Rodrigo Ibáñez y un largo etcétera tendrán que convalidar su presencia. 

Por lo que respecta a los deportes colectivos, el primer semestre de año se presenta de lo más estimulante con la permanencia de Unión Deportiva Logroñés y EDF Logroño como mayores retos colectivos.

LaUDL, que volvió este lunes al trabajo, cerró 2020 con 24 puntos. En Málaga puso fin a su racha de seis derrotas consecutivas con un magro empate sin goles. Por delante tiene 23 jornadas para conseguir las 26 unidades que le faltan para asegurarse la permanencia, virtual, en la Liga SmartBank.

Las sensaciones ofrecidas en el último mes no han sido buenas aunque el equipo sigue siendo el mismo que maravilló entre el 28 de octubre y el 26 de noviembre con seis victorias consecutivas. 

Mirandés y Zaragoza son los rivales con los que cerrarán la primera vuelta. Después, volver a empezar con los 25 futbolistas, más la aportación de los canteranos, que están a las órdenes de Sergio Rodríguez. Aunque el equipo necesite refuerzos, no los habrá salvo cambio de guion.

Permanencia. El EDF Logroño estrena un año cargado de estímulos. El conjunto riojano tendrá un inicio de lo más exigente y estimulante. El 12 de enero, en Almería, se estrena en la Supercopa, premio por clasificarse para la final de la Copa de laReina que le enfrentará en febrero al Barcelona. 

Pero, por encima de estos retos, el principal objetivo de las de Javier Moncayo es certificar la salvación en la elite. Tras un inicio calamitoso de temporada(no ganó hasta el undécimo partido), las logroñesas vuelven a creer en sus posibilidades. No lo tendrán fácil. Bajan cuatro y la competencia es mayúscula, pero hay capital humano para lograrlo.

Adiós a la 2ª B. La división de bronce, creada en la 1977-78, se despide en junio. La Segunda B dará lugar a dos nuevos campeonatos: la Primera RFEF, también conocida como Pro, eslabón inmediatamente inferior a la Segunda y la Segunda RFEF, actual Segunda B, que se situará un peldaño por encima de la actual Tercera que se denominará Tercera RFEF. 

El Calahorra, líder del subgrupo 2B, está a diez partidos de cumplir su objetivo y estar en la próxima Pro. Los calagurritanos lideran un grupo tremendamente igualado en el que la SDLestá a solo dos puntos del primado. Su objetivo es la permanencia pero, con un partido menos, los blanquirrojos sueñan. Por lo que respecta al Haro, tras un mal trimestre, la slavación es la única meta de los blanquinegros. Los de Aitor Calle (el técnico bilbaíno, pase lo que pase, acabará la temporada) pueden revertir la situación.

Deportes de sala. Si en 2020 nos dejó el Voley Logroño, el equipo hegemónico de la SuperligaFemenina, en 2021 no se prevén títulos en ninguna modalidad. 

El Promete, a punto de certificar la continuidad matemática en la LigaFemenina, aspira a clasificarse para la postemporada, la lucha por el título que se repartirán Perfumerías Avenida de Salamanca, Valencia o Girona.

En balonmano, el Ciudad de Logroño, tras su reacción, sueña con ganar la otra liga, aquella que juegan todos menos el Barça. El Grafometal, que ha firmado un trece de trece, acaricia, por sin, el ascenso a la Liga Guerreras. Está en su mano.

El OSACC Haro Rioja Voley tratará de hacer un buen papel en la Copa de la Reina y defender la cuarta plaza que actualmente ocupan.

Villa de Quel, EDF Profemas, Clavijo, Logrobasket y Milenio Panthers aspiran a cerrar, sin sobresaltos, un curso cargado de dificultades.