El Grupo Piérola ha abierto en Navarrete Bodegas FyA, especializada en la elaboración de vino en tinajas de barro, con una oferta enoturística que incluye un hotel de cuatro estrellas con 29 habitaciones y un museo dedicado a la alfarería que atesora mil piezas de alfarería riojana, algunas de ellas del siglo XVI.

El director gerente del Grupo Piérola, Carlos Bujanda, ha detallado que la crianza en tinaja aporta "vinos de gran calidad", que conservan la "frescura y naturalidad" del vino, que en ocasiones se pierde en las barricas de roble. "Las tinajas de barro posibilitan la micro-oxigenación que requiere el vino para su estabilización y mantienen la frescura frutal", ha asegurado.

Navarrete tiene una tradición alfarera secular, gracias a su emplazamiento sobre un cerro de tierra arcillosa. Por ello, se eligió esta localidad riojana para ubicar el proyecto enológico diferenciado de esta bodega, que en 2021 acogerá su tercera vendimia, aunque la pandemia obligó a retrasar varios meses la apertura del hotel y del museo.

Este municipio, ubicado a 15 kilómetros de Logroño, reposa a las faldas de la sierra Moncalvillo, en unos terrenos con la altura precisa para elaborar vinos tintos "muy frescos" elaborados con tempranillo y variedades autóctonas de la zona, como la maturana tinta, que se recuperó en Navarrete.

TINTOS JÓVENES. Aunque también elabora algún blanco, Bodegas FyA se ha centrado en vinos tintos jóvenes, que son criados seis meses en sus 40 tinajas, cada una con capacidad para mil litros. Estos vinos cosecheros se "afinan" en la tinaja de barro y algunos, después, complementan su crianza en barrica en la bodega, que está preparada para 700.000 kilos de uva, ha explicado.

El 90% de las ventas de Bodegas FyA se queda en el mercado nacional, aunque su gerente ha detallado que trabaja para exportar los vinos en los próximos años.

En el mercado apenas hay vinos criados en tinaja de barro, que transmiten una "sensación frutal inmensa", además de una "suavidad y rendondez en boca" que no se puede conseguir de otra manera.

El edificio de la bodega "rompe" con el espacio rural rodeado de viñas por su moderna configuración arquitectónica, pero su estética cromática se funde con el entorno gracias a su gama de cuatro tonos de su fachada.

Bujanda ha explicado que se han escogido las tres tipologías básicas de tierra de la región: el marrón teja por los tonos arcillo-ferrosos de Rioja Alta, el marrón ocre de la tierra arcillosa-calcárea de Rioja Alavesa y el marrón oscuro más propio de Rioja Oriental. Estos tres tonos tierra se combinan con el granate característico de los vinos de Rioja.

Camuflado entre las viñas, en el exterior del edificio se ha instalado un huerto solar, que permite obtener energía fotovoltaica para abastecer casi toda la demanda energética de la bodega.

HOTEL Y MUSEO. Grupo Piérola, que tiene otras tres bodegas en Moreda (DOCa Rioja), Pedrosa de Duero (DO Rueda) y Valcavado de Roa (DO Ribera de Duero); ha ampliado su oferta enoturística en La Rioja con un hotel, restaurante y museo.

El hotel también cuenta con gimnasio, jacuzzi y sauna con vistas a los viñedos con la sierra de Cantabria y el monte del "león dormido" al fondo, además de ofrecer actividades al aire libre, como paseos en bicicleta y rutas a caballo.

Durante la visita a la bodega se proyecta un documental de 14 minutos en una espectacular pantalla envolvente de 180 grados, en la que se relata la historia del vino y la alfarería, como elementos que acompañan a la humanidad desde sus orígenes a la actualidad.

La colección de cántaras, tinajas, garrafones, botijos y otros recipientes de barro fue adquirida hace unos años por Bujanda durante el concurso de acreedores de la bodega Darien, cuyo propietario había comprado años antes al anticuario y experto en arte Enrique Martínez Glera. Este galerista, quien dedicó su tesis doctoral en Historia del Arte a esta colección, ha colaborado en la instalación de todas las piezas en diversos puntos recorrido turístico de la bodega, junto al alfarero de Navarrete Toño Naharro.