La UDL inicia la ‘prórroga’ de la temporada, la parte más ilusionante y esperada de un curso marcado por la irrupción de la pandemia pero que tiene a los blanquirrojos a sólo noventa minutos de ascender a Segunda. Los de Sergio Rodríguez se preparan para su final con el Castellón en La Rosaleda, un encuentro que marcará el destino del club que, once años después, se acerca al fútbol profesional.
Con menos de tres semanas por delante, la plantilla blanquirroja ha aumentado la intensidad de sus sesiones y también la precaución. Es tanto lo que se juegan los logroñeses que cualquier golpe, cualquier exceso en el esfuerzo puede tener consecuencias de cara al 18 de julio.
La plantilla logroñesa se ejercitó durante más de dos horas en la hierba artificial del Mundial. Junto a los integrantes de la primera plantilla, Sergio Rodríguez recurrió a los canteranos Víctor, Adrián, Lapeña y Yari. En total, veintiocho futbolistas exprimiéndose al máximo
Los jugadores se remojan tras una intensa sesión. - Foto: IngridAdemás de la intensidad, la nota destacada de la jornada estuvo en las ausencias de tres jugadores claves en la rotación de la UDL. Damián Petcoff, que ya el lunes no se ejercitó al mismo ritmo que sus compañeros, entrenó por su cuenta. El argentino acabó la semana anterior con molestias y es cuestión de no forzar en exceso.
Zelu sí que participó en la sesión grupal aunque, a las 10.20 horas, dio por terminada su práctica. El extremo, en un ejercicio previo, se echó la mano a la rodilla y, por precaución, optó por dar por terminado su trabajo. Fue un movimiento preventivo para evitar males mayores.
Pero la gran ausencia del entrenamiento de ayer fue Rubén Martínez.El extremo menorquín no se ejercitó con sus compañeros. Tampoco se le vio en las instalaciones federativos. En principio su incompareciencia no es importante ya que desde el club informaron que faltó por un pequeño golpe. Nada que haga temer su presencia en La Rosaleda. Eso sí, sin Zelu ni Rubén Martínez, extremos llamados a ocupar la misma demarcación, el entrenador blanquirrojo se vio obligado ayer a improvisar.
Tras el calentamiento, los blanquirrojos realizaron diversas ruedas en las que el técnico priorizó la presión y la salida de balón. La consigna, como sucede en el Barça, era dar velocidad a la circulación con sólo dos toques de balón.
Después vinieron los mini partidos a dos tercios de campo en los que el técnico blanquirrojo concedió el peto verde al once teórico titular. De esta forma, por un lado formaron Rubén Miño, Iago López, Zabaco, Caneda, Iñaki, Santos, Errasti, Andy, Víctor Socorro, Ander Vitoria y Oussama.
Con camiseta roja Yari y Pablo Fid se intercambiaron en portería, con Jaime Paredes, Bobadilla, Gorka y Carrique, atrás. Por delante se alternaron Ñoño, Jaime Sierra, Álvaro Arnedo con Roni y los canteranos Adrián y Lapeña. Olaetxea compaginó su posición en el centro del campo con Álvaro Arnedo, lo mismo que hizo Víctor, también del filial, con Pablo Bobadilla en el eje de la zaga.
Mientras que Sergio Rodríguez sí que combinó diferentes soluciones en el equipo ‘rojo’, entre los teóricos titulares sólo permutó la posición de Miguel Santos y la de Iñaki, los dos jugadores con más recorrido y que pueden cubrir cualquier posición en banda.
Sergio Rodríguez continuará con sus pruebas a la espera de saber si puede contar con Jon Errasti, la única pieza de la columna vertebral blanquirroja cuyo concurso está en entredicho. Andy, Errasti y Olaetxea han formado, durante gran parte del curso, el trivote que ha dado consistencia a la sala de máquinas de la UDL.
En ausencia del guipuzcoano (19 encuentros aunque se pierde el más importante, ante el Castellón, por acumulación de amonestaciones), el madrileño Jaime Sierra ha disputado doce partidos. Eso sí, desde el mercado invernal, la UDL ha sumado una combinación más: Damián Petcoff, cuya presencia hasta la fecha ha sido testimonial en un equipo al que la suspensión de la liga regular le pilló en su mejor momento de forma.
Recuperación. Tras los encuentros a dos tercios de campo, los jugadores completaron la sesión ensayando el remate, faceta en la que Víctor Socorro, cedido por el Valladolid B, demostró máximo acierto.
Pablo Bobadilla y Álvaro Arnedo acabaron la sesión al margen. El central najerino se rompió el ligamento cruzado anterior durante la pasada temporada y aunque se ha perdido todo este curso, ofrece buenas sensaciones de cara a la próxima temporada. El estado de Álvaro Arnedo, tras casi 26 meses de lesión, también invita, por fin, al optimismo.