El Ayuntamiento de Logroño ha creado una nueva pajarera para los pavos reales del Parque del Carmen; se trata de una instalación recién construida de 50 metros cuadrados de superficie en la que la pareja de pavos reales que habitan en el parque podrá moverse con mayor libertad. Es un recinto vallado en forma de L que mide 10 metros de largo por 4,5 de alto en su parte cubierta y ha supuesto una inversión de 24.000 euros.

"Para su diseño se ha contado con la colaboración de un veterinario experto en aves, lo que ha garantizado que las condiciones para el bienestar de los animales sean las adecuadas", ha indicado Amaia Castro, concejala de Bienestar Animal, quien ha explicado que desde el inicio del mandato mostró su preocupación por el bienestar de estos dos animales.

De esta forma, comenzó a recoger las opiniones y sugerencias de la ciudadanía con el fin de tomar la mejor decisión que ha incluido mantener a los animales en el Parque del Carmen, pero en una pajarera más amplia para, en primer lugar, mejorar las condiciones de vida de los animales.

Y, en segundo lugar, que contara con más seguridad para evitar actos vandálicos. "A esta decisión llegamos después de desechar otras opciones como el traslado permanente al Parque de La Grajera", ha indicado la concejala de Bienestar Animal.

Amaia Castro ha agradecido la sensibilidad de la ciudadanía con estos animales puesto que, tal y como ha dicho, "cada vez que han faltado los pavos la gente de Logroño los ha echado de menos y así lo ha manifestado a través de muchos mensajes enviados a los periódicos y a través de las redes sociales. También se ha percibido una creciente preocupación por mejorar las condiciones de vida".

Un poco de historia. En marzo del año 2006, como prevención frente a la gripe aviar, el Ayuntamiento de Logroño trasladó todas las aves de la ciudad al zoo de Santillana del Mar.

Cinco años después, en marzo de 2011, el Consistorio reintrodujo varios patos y una pareja de pavos en el Parque del Carmen. Pocos meses después, en septiembre, un grupo de voluntarios amplió la pajarera de 10 a 30 metros cuadrados.

En los años siguientes las instalaciones sufrieron varios actos vandálicos; en mayo de 2016 hicieron un agujero en la malla de la verja y desaparecieron dos pavos.

San Sebastián cedió entonces a Logroño otros dos. En agosto de 2019 los pavos se escaparon a través de otro agujero que abrieron, lo que supuso un riesgo tanto para la seguridad vial como para el propio bienestar de los animales.