La nueva campaña publicitaria de Rioja se enmarca en el Plan Estratégico 2021-2025 de la Denominación de Origen, que tiene como visión «posicionar internacionalmente a la región entre los referentes vitivinícolas mundiales», para lo que su Consejo Regulador trabaja desde hace meses en esta narrativa rejuvenecida de la marca que presentaron en Madrid buscando ese nicho más joven y cosmopolita.

Sin embargo, si bien esta campaña supone un acontecimiento «rompedor» para la marca, es solo un primer paso de toda la estrategia que se han planteado, con un horizonte hasta 2025, que pretende captar nuevos paladares sin apartarse del camino de la tradición, el conocimiento del oficio o la tierra. En una palabra, poner el «origen» en el centro de toda la actuación de la marca, tanto en su concepto más primigenio: «el vino empezó con Rioja, y educamos nuestros paladares con Rioja», aseguró a este diario Pablo Franco, director del Órgano de Control de la DOCa; como en su concepto más terrenal, el del cultivo, el de la región de la que procede.

Franco afirmó que a día de hoy se está haciendo un gran trabajo con «nuevas generaciones de labradores que no están descubriendo nada nuevo, sino que se han vuelto a sus antepasados para trabajar con mimo y con cuidado esos viñedos tan especiales, con viñas de casi cien años, con los que están conservando el paisaje y nuestra historia».

«Es el lugar y el sitio donde nace el producto, pero se carga de significado para nosotros porque también habla del liderazgo, del atrevimiento para plantear iniciativas innovadoras como ésta, y si hablamos de vino, Rioja es el origen», añade Íñigo Tapiador, responsable de Marketing del Consejo Regulador.

Y eso es posible gracias a una campaña que pretende llamar la atención de esas nuevas generaciones que quieren volver a salir a la calle a socializar, como hacían antes de la pandemia, pero con las energías renovadas y en un escenario de recuperación optimista.