Alea iacta est. Sábado 18 de julio, La Rosaleda, el partido de sus vidas. De Sergio Rodríguez y de sus 22 jugadores que han hecho que la UDL, hasta el 8 de marzo, fuera el mejor equipo de la categoría. Del Castellón de Carles Salvador. El ganador de la fase de campeones abandonará el pozo de la Segunda B y accederá al fútbol profesional, el objetivo con el que nació la UDL hace once temporadas. La otra eliminatoria entre campeones, que se jugará un día después en el mismo escenario, enfrentará al Cartagena con el Atlético Baleares.
Guillermo Pisano, responsable de los balearicos, fue la mano inocente que unió los destinos de la UDL con los orelluts. Eran las 20.30 en el espigón de Puerto Banus cuando extrajo la bola del Castellón, el club más histórico (probablemente junto con el Sabadell) de los dieciséis protagonistas del ‘play off’ exprés. Segundos después cogía otra al azar, la de la UDL, líder del grupo II, uniendo el sueño de dos ciudades, Castellón y Logroño, por arribar a Segunda división.
Los castellonenses son un clásico del fútbol español venido a menos. Aunque llevan sin asomarse a la Primera división desde la 90-91, en su palmarés acumula tres títulos de campeón de Segunda (40-41, 80-81 y 88-89).
En lo que llevamos de siglo XXI los de La Plana han visto como el Villarreal, sus vecinos y rivales, se consolidaban en la elite mientras ellos deambulaban por Segunda (categoría que abandonaron en 2010) y SegundaB pero, sobre todo, en Tercera, militando en el grupo VI desde 2011 hasta 2018 (el Haro de David Ochoa ya les eliminó en una fase de ascenso a Segunda B). El pasado año dijeron adiós a la Tercera y regresaron a Segunda B. Se salvaron con muchísimos apuros. Fue casi un ascenso aunque ahora, trece meses después, aspiran a conseguir el segundo en Málaga.
En La Rosaleda, eso sí, los castellonenses no tendrán el apoyo de los más de trece mil fieles que quincenalmente acuden a Castalia aunque no les faltarán recursos a los albinegros dirigidos por el granadino Óscar Cano.
Además de CarlesSalvador, la brújula del centro del campo orellut y que guió los destinos de la UDLdurante tres temporadas, la base del campeón del grupo IIIes muy similar a la que logró la permanencia el pasado año.
Los castellonenses se proclamaron campeones de grupo con 50 puntos gracias a 14 victorias, 8 empates y 6 derrotas, festejando 40 goles (veinte anotados por Juanto Ortuño y César Díez) y encajando 24. La irrupción de la pandemia les ahorró diez jornadas de disgustos porque el grupo IIIera el más compromido a mediados de marzo. Tan sólo un punto separaba a los castellonenses del Cornellà, cuarto clasificado.Además, los de La Plana tuvieron que esperar a una resolución del TAD para sentirse campeones pues el Villarreal B se impuso por 1-2 en Castalia en la primera vuelta pero acabó con sólo seis jugadores del filial sobre el campo. El Castellón recurrió, se llevó la victoria en los despachos por 3-0, puntos que hubieran cambiado la configuración final de un grupo no acto para cardíacos.
resto de emparejamientos. Mientras el otro enfrentamiento entre campeones medirá al Baleares, que busca el ascenso al cuarto intento, y el Cartagena, un clásico de estas lides, por el camino largo aguardan otros doce equipos.
La Cultural, segunda clasificada del grupo II, se enfrentará al Yeclano, campeón el pasado año de la Tercera murciana. El Ibiza, segundo del grupo I, se medirá alCornellà mientras que el Marbella lo hará con la Peña Deportiva, otro equipo más habituado a la Tercera balear que a los ‘play off’ de ascenso a Segunda. Habrá un duelo de filiales entre el Barça B de Ansu Fati, segundo del grupo III, y el Valladolid Promesas, cuarto del II. En el duelo entre terceros, el Athletic B se medirá al Badajoz de Kike Royo y el Sabadell, el otro histórico, al Atlético B.
En caso de empate al final de los noventa minutos, habrá prórroga y si persiste la igualdad, penaltis. La suerte está echada. Para todos.