Un ala-pívot made in Calahorra

M. A. G-S.
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Luis Jiménez, '3' o '4' formado en el CAI Zaragoza a mediados de los ochenta, nos presenta sus 10 Lugares preferidos

Luis Jiménez, en el Parque del Cidacos de Calahorra. - Foto: El Día

Salva Díez y Santi Aldama son los dos jugadores de baloncesto riojanos más conocidos. De su misma generación es Luiz Jiménez (Calahorra, 1968), ala-pívot que formó parte de un CAIZaragoza con nombres que aún resuenan en el recuerdo de todos los aficionados: Manel Comas, los Arcega, José Luis Llorente, McDowell, Zeravica, Santi Aldama, etc. Tras pasar por el club maño militó, entre otros, en el Ramsés, Basquetmar Coruña, Palma, Corservas Daroca o Teruel. Se fue con 17 años de Calahorra pero siempre vuelve a la ciudad bimilenaria.

 

Estos son los 10 Lugares preferidos del ex baloncestista profesional:

1. Calle Pintor Pradilla. Luis Jiménez, alero o ala-pívot clase 1968, nació en casa, algo impensable en la actualidad y poco probable en sus días. Por eso guarda un especial recuerdo de su casa natal. «Ya no existe», recuerda porque su manzana fue objeto de una intensa reurbanización en esta zona calagurritana que se asoma al Parque del Cidacos. «Estaba en los sotos del río pero de eso ya no queda nada», informa.

2. Barrio de San José. No tardó en mudarse al calagurritano San José, un barrio de los de toda la vida «donde más años he vivido». «Me acuerdo perfectamente de cómo jugábamos en la calle donde actualmente está el Colegio Quintiliano, que tampoco existía por aquel entonces», agrega.

3.Colegio Aurelio Prudencio. Calahorra es la ciudad de los hermanos mártires SanCeledonio y San Emeterio pero también tuvo insignes romanos que tuvieron mejor fin. Uno es el poeta Aurelio Clemente Prudencio, que dio nombre al colegio al que asistió «y donde empecé a jugar con once años al baloncesto». «De ahí es la cuadrilla que todavía conservo. También fue aquí donde Miguel Arcéiz, profesor de EducaciónFísica, nos juntó para jugar a baloncesto. De aquí viene mi pasión por el básquet y con ellos jugué en sexto, séptimo y octavo antes de pasar al instituto», anota.

4.Pabellón viejo del Quintiliano. El otro autor insigne de la ciudad da nombre al instituto en cuyo pabellón el ex ala-pívot se juntó con compañeros de «Teresianas y otros colegios» para dar forma a la Peña Riojana, posteriormente convertida en «Peña Calagurritana». Su némesis deportiva era el Calasancio al que derrotaron en el Campeonato de La Rioja «lo que nos permitió jugar el sector en Pamplona». Fueron sus últimos recuerdos deportivos porque el CAIZaragoza se fijó en él y le reclutó. Al año siguiente volvió a La Rioja para «clasificarnos para el Campeonato de España en el Pabellón de Maristas de Logroño».  

5. Entorno de la catedral. Luis Jiménez lamenta que el entorno de la catedral de Calahorra está muy desangelado. «No pasa lo mismo con el Casco Antiguo de Logroño. El nuestro apenas tiene vida», denuncia. Pero la catedral y la Cuesta del Postigo «son algunos de los lugares que más me gustan de Calahorra». «Cuando estoy por aquí, siempre trato de acercarme. No es por una razón sentimental, pero sí que es uno de los rincones de mi ciudad que más me gustan», apuntan.

6. Rincón de Olivedo. Aunque Luis, y sus hermanos, echaron raíces en la ciudad bimilenaria, su familia materna y paterna procede de Rincón de Olivedo, una de las cinco pedanías que conforman Cervera del Río Alhama. «Rincón de Olivedo como pueblo no es bonito. No voy a decir que arquitectónicamente es hermoso, pero sí que me encanta el paisaje que da forma al Valle del Linares», principia. «Todos sabemos lo bonito que es Arnedillo y la importancia de sus aguas termales pero éstas, las de Grávalos y las de Fitero tienen su origen en este valle», apunta. «Todos los años nos acercamos a Rincón de Olivedo para estar con nuestros parientes de la familia Jiménez y la familia Cruz», recuerda.

7. Parque del Cidacos. El parque ganado a los sotos es la zona verde donde todo calagurritano sale a pasear, correr o coger la bici. «Me encanta caminar y acercarme a la zona de Monte Agudo y al pantano de Calahorra», apunta. 

8. Calle Santiago. Su homenaje a su Calahorra natal acaba en la Calle Santiago y en la Plaza del Raso. Al inicio de siglo, antes de volver de forma definitiva a Zaragoza (2009), aquí vivió un tiempo y aquí nació su hijo (Martín).

9. Enciso. La Rioja Baja es una gran desconocida pero esconde pueblos de singular belleza. Luis Jiménez se queda con Arnedillo, Enciso «y su entorno». «Es uno de los rincones que más me gusta», presume.

10. Monte Real.  Cuando se acerca a Enciso lo hace con la tentación, si tiene fuerzas, de perderse «en el Hayedo de Santiago y en el Monte Real». «Es uno de los hayedos más grandes que tenemos», informa. «Es un placer ir por Zarzosa, Larriba y perderse por un paraje tan riojano y camerano», se despide.