Pat y Nando hacen ciudad

G.B.
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El último libro infantil de Antonio de Benito aborda las trabas de movilidad en las ciudades a través de dos escolares que convencen al alcalde para habilitar carriles para bicis y patines

El escritor Antonio de Benito, con la portada de su último libro en el monitor de un ordenador. - Foto: Óscar Solorzano

Antonio de Benito cabalga de nuevo, o más bien, echa a rodar otro libro infantil. La primera expresión viene a cuento de una novela del oeste que el escritor soriano, afincado en Logroño, lanzará en breve; la segunda está ya presente en el mercado editorial infantil con un libro en el que el autor utiliza de nuevo un juego de palabras para enganchar con su joven público y envolver un mensaje cívico: la necesidad de hacer ciudades más amables y moverse por ellas en medios de transporte limpios y sostenibles.

El título de la última creación de De Benito, Pat y Nando, ya apunta por dónde van los tiros. Los protagonistas de esta nueva historia se llaman Patricia Méndez (Pat) y Fernando Sanz (Nando), dos amigos y compañeros de colegio de 6º curso, a quienes la realidad de una ciudad dura, salpicada de bordillos, tapas de alcantarilla, ausencia de carriles bici y conductores y peatones maleducados e incívicos impide cumplir su sueño de acudir al colegio en patines sin complicaciones. 

A partir de ahí, se inicia la batalla cívica de esta pareja de escolares por concienciar a las autoridades de la ciudad (una urbe ficticia) y a la ciudadanía de la importancia de eliminar barreras y hacer de su lugar de residencia un entorno accesible, no solo para personas con discapacidad o con problemas de movilidad, sino para cualquiera que quiera desplazarse en bicicleta o en patines, como en este caso.

Ni cortos ni perezosos, Pat y Nando escriben una carta al alcalde de su ciudad para exponerle el problema y pedirle soluciones. Como explica el propio autor, optó por introducir esa «guindilla» de tinte político, que involucra al Ayuntamiento de la ciudad, para generar conciencia cívica entre sus jóvenes lectores. 

En el relato de Pat y Nando, las trabas y dificultades que van surgiendo hacen desistir en principio a los dos protagonistas de su aspiración de conseguir una ciudad ‘patinable’. La sorpresa agradable, en forma de moraleja, llega al final del curso, cuando el alcalde y la concejala de movilidad se desplazan hasta el colegio en bicicleta. Una vez allí, el regidor informa a los alumnos que el Ayuntamiento ha decidido hacer caso a las sugerencias de Pat y de Nando y realizará obras para construir más carriles bici y espacios para patinar.

El argumento no está inspirado necesariamente en Logroño, aclara Antonio de Benito, sino en cualquier ciudad, dado que en la mayoría de ellas aún falta camino por recorrer para lograr una movilidad totalmente sostenible y una conciencia social sobre la necesidad de facilitar formas de transporte más limpias y amables.

En esta ocasión, Antonio de Benito ha optado por una edición que, de momento, está únicamente en formato digital y disponible ya en Amazon Kindle, aunque la idea es que pronto pueda leerse también en versión papel, editado en tapa blanda. Las páginas de Pat y Nando están ilustradas con dibujos de Teresa Fudio Delgado, colaboradora habitual del autor.

No es la primera ocasión en que De Benito utiliza el libro digital para una de sus obras, una opción que ha compaginado con el papel a lo largo de 2020, un año fatídico por la pandemia pero que en su caso no ha hecho mella en su condición de escritor prolífico. 

A lo largo de esos 12 largos meses han visto la luz varios de sus proyectos editoriales y para el año que acaba de comenzar, en la agenda del escritor hay alrededor de 15 libros, entre trabajos que ya tenía preparados «y cosas nuevas que surgen».

Lo más inminente es una novela del oeste, un «capricho literario» que Antonio de Benito se ha regalado, como aficionado al wéstern, y que al igual que su último libro infantil verá la luz en la plataforma Amazon probablemente a finales de mes. Su título, La suerte tenía un precio, forma parte de una trilogía de temática del oeste en la que el autor utiliza también juegos de palabras, pero aclara que la historia no está escrita en tono de broma.

Aparte de esa ‘licencia’ literaria en un género menor, al estilo de las novelas de Lafuente Estefanía, el profesor y escritor prepara el lanzamiento de una novela «consistente» y más convencional, dirigida al público adulto, titulada El año de la lluvia, y que podrá leerse a partir de marzo con una edición también disponible en papel. 

Aunque el grueso de su producción literaria va enfocada al público infantil, principalmente a niños y niñas de once años (sexto de Primaria), como los alumnos a los que da clase en el colegio Jesuitas de Logroño, De Benito se obliga a sí mismo a compaginar la literatura joven con la novela. Sin embargo, seguramente es entre ese público más joven en el que mejor se mueve el autor, que reconoce que sus propios alumnos suelen ser los primeros lectores de sus libros, que muchas veces sirven para trabajar con ellos en clase.

Como ocurre en Pat y Nando, el autor defiende la conveniencia de la publicación de libros de contenido educativo, con temáticas que apoyen campañas de concienciación ciudadana y mensajes, como el poder ir a clase en patines o en bici, que si calan entre sus jóvenes lectores y alumnos, seguramente permanecerán cuando esos niños tengan 40 años.

Una escuela de escritores. Crear conciencia ciudadana y despertar posibles talentos literarios, porque otro de los proyectos que rondan ya desde hace algún tiempo por la mente de Antonio, y que le gustaría poder materializar el próximo curso, es la creación de una especie de escuela de escritores. En parte, porque muchos niños y niñas a los que da clase «tienen madera de escritor» y también por su convencimiento de que el mero hábito de escribir ayuda a desarrollar también el lenguaje y el pensamiento.

Antonio de Benito (Arcos de Jalón, Soria), ejerce como profesor de Primaria en el colegio Sagrado Corazón de Logroño. Ha publicado más de 220 libros, la mayoría destinados al público infantil con los que se han desarrollado campañas de animación y fomento de la lectura. Es también colaborador del periódico El Día de La Rioja, en cuyas páginas de opinión escribe artículos con asiduidad.