La reducción de la movilidad en las carreteras riojanas a causa de la pandemia epidemiológica se ha reflejado en las arcas del Gobierno riojano que han ahorrado hasta un 25%con respecto al año anterior por las bonificaciones en el precio del peaje para el transporte pesado en la AP-68.
A raíz del desvío obligatorio del transporte de mercancías (los de categoría pesados II, es decir, los de cuatro o más ejes), a la autopista en el tramo riojano, entre Zambrana (Álava) y Tudela (Navarra), a partir del 1 de diciembre de 2017, el Gobierno riojano acordó con el Ejecutivo estatal y con AVASA, la empresa concesionaria, de la autopista aplicar medidas de bonificación para estos vehículos pesados, con reducciones en el precio del peaje del 75%. Esto supuso en 2019 al Gobierno riojano un gasto de 958.000 euros, mientras que en 2020, el gasto ha sido de 244.315 menos, es decir, de un 25% menos por esa bajada de la movilidad.
El director general de Transportes del Gobierno de La Rioja, Vicente Urquía, explica a El Día de La Rioja que es un claro ejemplo de la reducción de esa circulación que se ha dado en toda España, «y eso que la reducción de la movilidad de mercancías ha sido más baja que la de cualquier otro medio de transporte».
Atendiendo a los datos del Ejecutivo si en las semanas de febrero y marzo antes de decretarse el estado de alarma, la Intensidad Media Diaria (IMD) del tráfico de pesados en la AP-68 era de 3.500 unidades, a finales de ese mismo mes cayó por debajo de 2000.
En realidad, aun no siendo una competencia autonómica, sino estrictamente estatal, el Gobierno de La Rioja actúa contra la siniestralidad en la carretera N-232, y, a través de acuerdos directos con AVASA reparte los tráficos en el eje del Ebro. En realidad los acuerdos se iniciaron en 1999. Hoy hay cuatro medidas de gratuidad: gratuidad en el tramo Cenicero-Agoncillo, descuento del 50% en todas las tarifas, gratuidad en los recorridos ida y vuelta en 24 horas y bonificación del 75% para el transporte pesado por el desvío obligatorio desde la N-232. «Todas estas medidas cuestan al año a La Rioja 5 millones de euros», argumenta Urquía. Y en lo que tiene que ver con el tráfico pesado, en realidad durante todo 2020 las arcas riojanas desembolsaron 1,97 millones de euros lo que supuso una bonificación a un total de 1,99 millones de vehículos pesados (tipo I y II). De estos, 1.188.519 camiones fueron beneficiados por convenios que no se corresponden al desvío a la autopista.
El Consejo de Ministros volvió a renovar el convenio de bonificación por el desvío obligatorio en la autopista en 2019 y tiene validez hasta finalizar 2021. La idea del Gobierno de La Rioja, apunta Urquía es prolongar estas bonificaciones y a ser posible hasta 2026 (fecha en la que se liberaliza la AP-68).
La DGT incluye el desvío obligatorio a la AP-68 para 2021
El Boletín Oficial del Estado (BOE) aprobó el 30 de enero la Resolución de las Restricciones a la Circulación para camiones para el año 2021, donde la Dirección General de Tráfico incluye de nuevo la restricción a que los transportes pesados de cuatro o más ejes puedan circular por la N-232. Es decir, que durante al menos un año más, el desvío de este transporte será obligatorio de la nacional a la autopista AP-68 en La Rioja entre Tudela (Navarra) y Zambrana (Álava).
La jefa de Tráfico, Beatriz Zúñina ha explicado que la DGT sigue entendiendo que la circulación de este tipo de transporte supone más peligrosidad a la nacional, y que se puede constatar claramente con los datos y con la reducción de la siniestralidad desde que comenzó este desvío de la circulación.