Un punto y aparte en la pesadilla del coronavirus

El Día
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Los libreros animan esta semana a aprovecharse del descuento del 10% y el regalo de un botellín de Rioja al comprar un libro. Su presidente dice que es la mejor medicina para olvidar la Covid

Una clienta recibe un botellín de vino de Rioja al adquirir un libro en la librería Santos Ochoa de la calle Calvo Sotelo de Logroño. - Foto: Ingrid

El remedio definitivo para hacer frente a la pandemia de coronavirus está por llegar en forma de vacuna. La medicina para evadirse, aunque sea por unas horas, de la carga emocional que supone vivir la pesadilla apellidada Covid-19 es leer un libro. El consejo podría parecer poco objetivo viendo, como viene, del presidente de la Asociación de Librerías de La Rioja, Antonio Domínguez, pero es de lo más recomendable en esta semana, cuando todo el mundo celebra el Día del Libro. Una conmemoración ‘accidentada o accidental’, ya que la efemérides oficial debería haberse cumplido el 23 de abril, en recuerdo a dos gigantes de la literarura universal como Cervantes y Shakespeare, que fallecieron ese mismo día de 1616, pero ha tenido que trasladarse al 23 de julio, debido al cierre obligatorio de muchas librerías debido a la pandemia.

La idea de ese traslado de fechas partió de Cataluña, donde la celebración del Día del Libro tiene un enorme arraigo, y prendió en el resto de comunidades. Ahora, con el 23 de julio a la vuelta de la esquina, la incertidumbre sobre la respuesta del publico lector y las altas temperaturas de los últimos días, poco propicias para callejar, está instalada detrás de los mostradores de los libreros riojanos.

El Día del Libro supone un porcentaje importante de las ventas del año, explica Antonio Domínguez, que señala que el sector se enfrenta a un año diferente y complicado.

Con todo, el presidente de los libreros reivindica el valor del libro como el mejor remedio para evadirse y olvidarse de las complicaciones que ha impuesto en nuestras vidas la pandemia de coronavirus. «La mejor medicina es coger un libro y meterse de lleno en el medievo o en una historia de amor», prescribe Antonio Domínguez.

¿Y en qué tipo de historias recomienda sumergirse estos días el presidente de los libreros riojanos? Hay de todo y para todas las edades, pero la época veraniega predispone en mayor medida a abrir títulos ligeros y refrescantes. El experto lanza algunas recomendaciones que están teniendo buena respuesta entre los lectores: La trilogía de La boda gitana, de Carmen Mola; El enigma de la habitación 622, de JoëlDicker; La madre de Frankenstein, de Almudena Grandes; y El beso del ángel, del autor riojano Andrés Pascual. 

Sea cual sea la obra elegida, Domínguez reivindica el papel de los libreros de proximidad, de cabecera, como él dice, que son quienes a poco que conozcan al lector acertarán con la recomendación; algo que el comercio por internet y las grandes plataformas de venta de libros en la red. «Sería bueno dejar de lado la pereza, que nos lleva a comprar por internet, y acercarse al librero de tu calle, que es el que mejor te conoce», recomienda este empresario del sector, que lleva 38 años «saliendo a la calle» a vender libros el 23 de abril en Calahorra, donde tiene su negocio, y que ha interrumpido esa tradición este año.

 

Un libro y un rioja.  El cambio de fechas no ha dejado de lado, sin embargo, una de las costumbres ya arraigadas en La Rioja para celebrar el Día del Libro, como es el reparto de botellines de vino de Rioja. Si Cataluña tiene su tradición del reparto de rosas con la compra de libros en esa fecha, La Rioja echa mano de su producto más internacional.

Librerías riojanas, principalmente de Logroño, se han sumado de nuevo a esta propuesta para recordar la importancia de la lectura, del placer que ello significa y más acompañado de un buen vino, parte también de la cultura riojana.

Durante toda la semana, del 20 al 25 de julio, se realizará un 10 por ciento de descuento en las librerías y, además, en muchas de ellas se acompañará esta compra con el regalo de un botellín de vino de Rioja, parte de una colección que lleva 24 ediciones ya, cuya etiqueta es fruto de un concurso de diseño realizado en la Escuela Superior de Diseño de La Rioja en colaboración con el Consejo Regulador de la D.O.C. Rioja. En total, se prevé repartir durante esta campaña promocional 5.000 botellines de vino de Rioja. En esta 24ª edición ha tenido como diseño ganador el de la estudiante Ángela Moreno Lorente.

Con esta fiesta de la cultura se pretende alentar a descubrir el placer de la lectura a cualquier edad además de conocer esos lugares mágicos que son las librerías y que este año, más que nunca, hay que apoyar con nuestras compras, explican los promotores de la campaña de fomento de la lectura.

 Sin embargo, el presidente de los libreros riojanos no comparte al cien por cien la filosofía de esta campaña y recuerda que en Cataluña las rosas que se entregan a los clientes el Día del Libro no son un regalo, sino que las paga el cliente.

Antonio Domínguez considera que en La Rioja debería hacerse lo propio con los botellines, dado que a las pequeñas librerías no les sale rentable aplicar el descuento del 10 por ciento, que en un libro de unos 20 euros les deja en torno a 3 euros de beneficio, y además tener que costear el vino.

A su juicio, esta promoción solo puedan soportarla las librerías de Logroño, a las que este año solo se ha sumado otra de Rioja Alta, por lo que propone que el año que viene se aplique el descuento del 10 por ciento pero se cobre un euro aparte por el botellín de Rioja.