La demora de Imserso condiciona la apertura de balnearios

Bárbara Moreno
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La reapertura del de Grávalos y la inauguración del de Cervera dependen de las plazas que les adjudica el Ministerio de Derechos Sociales para pacientes. Arnedillo está abierto

La demora de Imserso condiciona la apertura de balnearios

La añorada ruta termal riojana aún tendrá que esperar. Los balnearios de Grávalos y de Cervera del Río Alhama siguen cerrados. Aunque el de Arnedillo sí que está abierto, de hecho, ha tenido muy buen verano. El Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) va a reanudar su programa de termalismo después de que lo suspendiera en marzo de 2020 por la pandemia. Y,  la demora actual de los programas de Imserso están condicionando la apertura de estos dos balnearios. El de Grávalos tendría que reabrir, después de su cierre con la pandemia y con litigios entre la empresa concesionaria y el Ayuntamiento. Y el de Cervera del Río Alhama se inaugurará probablemente al año que viene, en primavera, y también porque quieren abrir con el programa de Imserso en activo. 


Buena parte de la facturación de los balnearios se debe a las plazas del programa de Imserso Termal, que no es el mismo que el de Imserso vacacional o turístico que ofrece destinos a las playas o a los circuitos para pensionistas. El termal depende del Ministerio de Derechos Sociales, y es el mismo médico de Primaria el que tiene que conceder al usuario o paciente una plaza en un balneario atendiendo a su problemas de salud. Por ejemplo, en el caso de problemas respiratorios o del aparato locomotor, el balneario de Arnedillo con su agua termal es el apropiado, y en el caso de problemas en la piel, el apropiado sería el de las aguas sulfurosas medicinales de Grávalos. 
Si bien, si este programa tendría que comenzar a funcionar el mismo uno de octubre con la adjudicación de las plazas, de momento desde el Ministerio ni han solicitado las documentaciones a los balnearios para ofrecer el programa. Por lo que se espera una demora aún sin fecha. 
En el caso del balneario de Arnedillo, su director, José Miguel Guzmán, explica que alrededor del 30% de su facturación depende de este programa. Ofrecen al año unas 3.000 plazas. Si bien este es uno de los balnearios que menos depende de este programa. También porque han buscado sus propios recursos mientras ha durado la pandemia ofreciendo por su cuenta paquetes rebajados de precio para mayores con estancias de varios días. «Estamos trabajando con nuestro programa para jubilados y pensionistas, muy demandado por nuestros clientes habituales que llevan tiempo sin tomar tratamiento termal a causa de la pandemia», asegura Guzmán. Este establecimiento también estuvo cerrado durante casi un año desde que comenzó la pandemia, abrió en Semana Santa de 2021 y durante los fines de semana hasta junio, fecha a partir de la cual ha permanecido abierto. Pero, de momento «ni nos han pedido documentación para adjudicar las plazas, y lo tendrían que haber hecho hace meses».

 

Sin fecha.

En el caso del balneario de Grávalos, el alcalde la localidad, Emiliano Muñoz, explica que sigue cerrado desde diciembre de 2019. La intención era abrir en marzo de 2020, pero con la pandemia se cerró y no volvió a abrir no solo por el virus, sino por problemas entre el Ayuntamiento (es titular del balneario), y la concesionaria. De hecho, aún no hay acuerdo con la empresa gestora y adjudicataria de su explotación, Relais Termal, por problemas de cumplimientos del contrato y faltas de pagos, según explican desde el Ayuntamiento de la localidad. Y están en los tribunales. Pero, como explica el alcalde, no hay intenciones de abrirlo en breve, «y menos cuando los programas termales siguen parados porque se depende mucho de estos usuarios». Buena parte de la clientela de estas instalaciones de agua sulfurosa entre olivos y viñedos dependen de este programa termal que ofrece el ministerio. 


A falta de inauguración.

Y el balneario de Cervera del Río Alhama, La Albotea, podría abrir en la primavera que viene, según explica la alcaldesa de la localidad, Estrella Santana, «porque la empresa adjudicataria, Relais Termal, prefiere esperar a que esté en activo todo el programa del ministerio del turismo termal para poder ofrecer su servicio, y este año ya es obvio que no da tiempo». El  Ayuntamiento entregó las llaves del balneario de La Albotea a la empresa adjudicataria de gestionarlo justo antes de la pandemia, a finales de enero de 2020. Y la empresa es la que tenía que concluir de amueblar y de equipar varias instalaciones. Cuando comenzó la pandemia, la adjudicataria tuvo que paralizar estas tareas por las prohibiciones del Estado de trabajar. Pero volvieron al trabajo para concluir los detalles. De hecho, la alcaldesa asegura que las instalaciones están ya amuebladas y decoradas y equipadas por tanto para su inauguración. Que, aunque dicha apertura está fijada en contrato con la adjudicataria, la tuvieron que atrasar por estas desavenencias propias de la pandemia y el retraso también de los programas termales del Estado. De hecho, este programa de Imserso ya incluía La Albotea para el 2020.


El hotel de Badarán.

El programa vacacional, no termal, de Imserso, también ofrece circuitos  de interior. Y uno de ellos está en La Rioja. Se ofrece una ruta de seis días por diversas localidades como Logroño, Calahorra, San Millán entre otros, y se duerme en Badarán, en el hotel Condes de Badarán. La directora, Amaya Vallilengua, explica que precisamente han abierto el hotel hace dos semanas después de haber estado cerrados durante 18 meses, por la suspensión del programa Imserso con el que cubren 1.100 plazas de noviembre a marzo. Y sin este programa era inviable abrir.  La mayor parte de su clientela depende de Imserso, añade Vallilengua, aunque «nos hemos movido más», y ahora está llegando algún grupo o asociación que han programado su estancia de varios días en el hotel y esperan poder mantenerse así durante septiembre y octubre, a la espera de que «por fin Imserso adjudique las plazas hoteleras».