Menos operaciones y más tiempo de espera para las intervenciones. Esa es una de las muchísimas consecuencias que ha tenido el coronavirus en la sanidad riojana. Tanto es así que la actividad quirúrgica del Hospital San Pedro, el centro hospitalario de referencia en la Comunidad, se ha reducido en un 23% respecto al año anterior.
Así, se ha pasado de realizar 24.781 intervenciones a lo largo del año 2019 frente a las 19.059 practicadas durante el 2020. Es el mínimo histórico desde 2014, primer año del que se ofrecen datos en el Portal de Información Sanitaria del Sistema Público de Salud de La Rioja. También tocan suelo los datos de la Fundación Hospital de Calahorra, que pasa de realizar 4.347 operaciones en 2019 a tan solo 3.274 en 2020.
El director adjunto a la Gerencia del Servicio Riojano de Salud (SERIS), Francisco Antón, explica que la causa se encuentra en todas las medidas que han tenido que tomarse en el centro hospitalario para hacer frente al covid: “Hay que tener en cuenta que en la primera oleada se tuvo que adaptar de manera precipitada una zona de quirófanos, los seis quirófanos de la primera planta, y los de la Cirugía Mayor ambulatoria como espacios UCI”.
Sin embargo, asegura Antón, “en los siguientes incrementos de casos en otoño y principios de invierno ya se contaba con un espacio nuevo abierto en verano, la Unidad Polivalente de Críticos, que ha permitido, hasta hace muy poco, que la actividad quirúrgica no se viera especialmente afectada”.
El descenso de la actividad quirúrgica se produce en todas las especialidades y oscilan entre las 34 y las 2.069 operaciones menos en cirugía torácica y oftalmología, respectivamente. Junto a esta última, las mayores caídas se observan en cirugía general y digestiva, con 790 intervenciones menos, traumatología (-688), y dermatología (-546).
Unas caídas que serán muy difíciles de compensar durante este 2021 teniendo en cuenta la incidencia del covid en los primeros días del año. “Estamos pendientes de la evolución de la pandemia, recuperando la actividad quirúrgica programada en cuanto los indicadores son más benévolos”, explica Antón.
Aunque en 2020 se realizaron 5.722 operaciones menos, el director adjunto a la gerencia del SERIS asegura que, tras los meses más duros del coronavirus, “se ha podido seguir haciendo intervenciones programadas no urgentes que, en la primera ola, hubieran sido impensables”. Algo que, sostiene, fue posible “gracias a una mayor experiencia adquirida y a la disposición de nuevos espacios”.
110 DÍAS PARA OPERAR. El descenso de la actividad quirúrgica provoca que los pacientes se acumulen en la lista de espera para ser operados y que aumenten los días (o meses) de espera. El tiempo promedio de espera quirúrgica en el Hospital San Pedro aumentó en todas las especialidades si se comparan los meses de noviembre de 2019 y 2020, los últimos de los que se ofrecen datos.
Este incremento fue de hasta 62 días en cirugía general y digestiva, de 51 para una cirugía cardíaca y de 48 para cirugía vascular y angiología. Así, el tiempo medio de espera para una operación de estas especialidades se sitúa en 110, 67 y 68 días, respectivamente.
La única excepción es dermatología, que mantiene su tiempo de espera en 57 días. Es casi un mes, a pesar de que ha visto decrecer la lista de pacientes en 274.
De esta forma, a finales de 2020 había 6.283 pacientes a la espera de una operación que tardará en llegar una media de 66 días. Son 30 días más que en 2019, cuando los pacientes en lista de espera de una intervención eran 5.766. Una situación que se ha producido de forma generalizada en todo el país. “La gran afluencia de pacientes con covid obliga a rediseñar los hospitales y a adaptarlos a la pandemia. Debemos dar una rápida respuesta en un corto espacio de tiempo a una importante presión asistencial de personas con la misma patología”.