«Cada uno sabe si puede seguir ejerciendo o no»

Bárbara Moreno
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Carmelo Vaquero es un médico jubilado que retomó la actividad temporalmente en su centro de salud y que ha ayudado al sistema sanitario ante la sobrecarga por el covid. Lo hizo por no dejar desasistidos a sus pacientes, de los que ya se ha despedido

Carmelo Vaquero, en su consulta del centro de salud Rodríguez Paterna y que ya ha dejado definitivamente, tras un paréntesis temporal en su jubilación. - Foto: Ingrid

Carmelo Vaquero es uno de los médicos jubilados que ha vuelto a trabajar por la convocatoria estatal de este año. Una opción que le ha servido para volver con sus pacientes de toda la vida, y despedirse de verdad. Lleva en el Centro Rodríguez Paterna de Logroño 33 años. Y no quería dejarles sin médico más tiempo, porque ya habían estado dos meses sin servicio normal. Pero ya se ha ido para celebrar la Navidad con su familia.

Vaquero asegura que en enero sus pacientes tendrán nuevo médico. El problema -opina- es que como no hay médicos para sustituir a los que nos jubilamos, «han tirado de este recurso, pero no puede ser de forma eterna». En su caso, no le gustaría seguir trabajando más. «He venido otra vez a mi consulta con mis 1.500 pacientes de siempre y porque esta es la prolongación de mi casa, pero a otra consulta probablemente no hubiera ido».

En cualquier caso, cree que un médico puede estar bien a los 70 años para trabajar. «Cada uno sabe si puede ejercer o no, dependiendo de su estado físico y de la especialidad. No es lo mismo un traumatólogo que un dermatólogo; ni hacer guardias o no, o estar en un quirófano. Pero deberían dejar que el que quiera, se jubile con 65 o lo alargue».

En su caso, a los 65 ya tenía 43 años trabajados. Y aun así alargó la jubilación a los 67. De hecho, el 16 de julio cumplió 67 años se jubiló y se incorporó en octubre. «Yo no estaba desconectado, es como si hubiese tenido unas vacaciones largas», comenta.

 

Médico y casi psicólogo. Vaquero recuerda cuando estrenó el centro Rodríguez Paterna, hace 33 años». Reconoce que echará de menos a sus pacientes, porque ha llevado a varias generaciones. «Puedo decir que de 100 que entran, a 85 sabes lo que les pasa nada más entrar a consulta». Tras tantos años, «eres casi el psicólogo», añade con melancolía y recuerda cómo ha cambiado la medicina, como cuando tuvo que luchar hace años porque algunas mujeres eran reacias a hablar de educación sexual. «Nos costó mucho convencerles de que tenían que tomar la píldora a muchas que venían con varios críos ya».

Ahora tenía pacientes de mayor edad. «Esta es una zona envejecida ». Explica que ha visto fallecer a muchos, «la batalla contra la muerte la tenemos perdida, es un spoiler». Pero lo que más afecta es la muerte de gente joven, como dos amigos suyos de poco más de 60 años. Respecto a las novedades de la presencialidad en combinación con las llamadas telefónicas, Vaquero comenta que es una herramienta útil, pero si se sabe usar bien y filtrar. Hace 15 años Carmelo Vaquero pensó en inaugurar el nuevo Rodríguez Paterna, que ahora se llamará La Villanueva. «Me pasaré a ver las obras como hacen los jubilados», dice con ironía y también algo de nostalgia.