Ciencia con marca Rioja

Pablo Sáenz
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La UR da la bienvenida a jóvenes talentos investigadores que eligen el campus. Las dos últimas incorporaciones son Fayna García y Ester Jiménez, que trabajan en el campo de la bioquímica con una acreditada trayectoria científica

Ester Jiménez (izquierda) y Fayna García, las dos nuevas jóvenes investigadoras de laUR, en un laboratorio del Complejo Científico Tecnológico - Foto: Óscar Solorzano

Ser científico «no es fácil». Implica mucho esfuerzo, sacrificio, una búsqueda constante de becas o programas que financien las investigaciones y, además, muchas maletas de por medio en una trayectoria profesional llena de viajes con estancias en el extranjero. Esta ha sido la vida de Fayna García y Ester Jiménez, dos jóvenes investigadoras químicas que, tras años de investigación fuera de España, acaban de aterrizar en la Universidad de La Rioja para continuar con sus líneas de trabajo.  Ambas científicas mencionaron ayer, en su acto de bienvenida, «la perseverancia» como factor clave para continuar en la ciencia y no tirar la toalla.

Si bien la ciencia exige «perseverancia»,  «es tremendamente enriquecedora y motivacional». Así lo señaló ayer el rector de laUniversidad de La Rioja, Juan Carlos Ayala, durante la jornada de bienvenida a estas dos nuevas incorporaciones que llegan en el marco del prestigioso programa Beatriz Galindo, promovido por el Gobierno de España y cuyo propósito es la captación del talento investigador que ha realizado parte de su carrera profesional en el extranjero. El fin de este programa es promover la calidad y la competitividad del personal docente e investigador en las instituciones académicas del país. En esta línea, Ayala animó a los jóvenes allí presentes a lanzarse a este mundo «para hacer de la Universidad de La Rioja algo más grande».

La UR cuenta con cerca de 400 profesores investigadores, de ellos, 70 son jóvenes y fueron invitados al acto celebrado ayer en el Aula Magna del Edificio Quintiliano. Los asistentes tuvieron la oportunidad de conocer la trayectoria de sus nuevas compañeras, García y Jiménez. Dos científicas cuya carrera ha estado marcada por los viajes. Por ello, titularon su conferencia como 'Nuestro viaje por la carrera científica'. Con esta charla intentaron motivar a los jóvenes allí presentes a seguir con sus proyectos.

 La carrera de Fayna García ha trascendido los continentes.  «Hay muchas maletas en mi carrera», advierte. Su primer destino fue Grenoble, Francia, durante su Erasmus. Después llegaron las dudas. «Tuve el síndrome del impostor en mi tercer año de tesis, trabajaba y trabajaba y pensé que no servía para esto», recuerda. Tras pasar por un punto de inflexión, decidió continuar su doctorado en Nueva York, donde obtuvo «resultados muy buenos». Después llegó el gran destino de su carrera: Japón, donde se asentó 10 años.  

Cuando la madrileña terminó su post-doctorado se preguntó: «¿Y ahora qué?». Comenzó la búsqueda incesante de nuevas becas que financiasen investigaciones. Acudió a varias conferencias donde tuvo la oportunidad de conocer a «colaboradores y amistades para próximas sinergias». García resalta «la importancia del networking» para conocer personas que pueden abrirte nuevos caminos. Así fue como accedió a una plaza permanente en la universidad de Hokkaido, en Japón. En septiembre llegó a La Rioja porque, según explica, le gustaba «el proyecto docente y científico, la universidad y la ciudad».

Aquí continuará estudiando síntesis de peptidos y glicopeptidos con ampliación en biomedicina. «Los peptidos son proteínas pequeñas que tiene nuestro cuerpo», explica. La investigadora se centra en una línea de investigación que «son vacunas terapéuticas para el cáncer con estas moléculas».

TIRAR DE VOCACIÓN. Su compañera EsterJiménez reconoce tener «una trayectoria similar». En su caso, sus maletas le llevaron a Reino Unido, no sin antes superar las dudas mientras cursaba un máster en Madrid. «¿Valgo para esto», recuerda preguntarse aquellos años. Un investigador le dijo una frase que, como un mantra, tiene muy presente en su carrera: «Mientras te guste bailar, sigue bailando». La científica abulense está segura de su vocación. Por ello, tras terminar su tesis doctora, viajó a Reino Unido donde continuó con su línea de trabajo tres meses en Liverpool. 

Después optó a la beca Marie Curie, la cual le llevó a Cambridge a profundizar en su postdoctoral. Allí comenzó su línea de investigación actual: conjugados de anticuerpo-fármaco. «Juntas un fármaco con un anticuerpo y este lleva el fármaco a la célula tumoral donde tiene que actuar. Es un vehículo que libera el fármaco con menos efectos secundarios», explica Jiménez, quien asegura con convicción que, a pesar de las dificultades, tiene claro que le «gusta bailar».