Luis Cerdá explica los hábitos de consumo que hemos cambiado

El Día
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La digitalización, el servicio a domicilio y la inmediatez, se encuentra entre los más demandado durante estos últimos seis meses

Sede de la UNIR en Logroño. - Foto: El Día

El confinamiento ha cambiado numerosos de nuestros hábitos, entre ellos, también, nuestra forma de consumir. Nuevas tendencias llegan para quedarse y, para ello, es necesario también que las empresas se preparen para los desafíos y hagan frente a las nuevas modalidades de venta que se centrarán en la presencia digital, el buen servicio a domicilio, la inmediatez y la atención al cliente, entre otros.

 

Así se ha expresado el experto de UNIR, Luis Cerdá, quien ha explicado a Europa Press cómo hemos cambiado nuestros hábitos a la hora de consumir desde hace seis meses hasta ahora, es decir, desde la llegada del coronavirus a nuestro día a día.

 

Un espacio de tiempo que parece breve pero que, como ha indicado, "ha acelerado muchísimo ciertos cambios" que, si bien iban a llegar tarde o temprano, "nunca nos hubiéramos imaginado que iban a estar presentes en un periodo tan corto".

 

Para el también director del máster en Marketing Estratégico de UNIR hay "claramente" unos rasgos que caracterizan estos cambios en los hábitos de consumo que se han hecho más patentes tras la llegada del confinamiento. Así, ha indicado, "se empezó a comprar mucho más a través de Internet, el consumidor se hizo más responsable ante la situación que estábamos viviendo y eso también se notaba en sus compras, optó también por la comida sana y, finalmente, el pasar inevitablemente más tiempo en casa hizo que nuestros hábitos cambiaran y, por tanto, nuestras necesidades y productos también".

 

En este punto ha explicado a modo de ejemplo que durante el confinamiento "las ventas de productos de bricolaje y herramientas para hacer pequeñas 'chapuzas' en casa se dispararon enormemente, más del doble, y esto es algo que no ha bajado desde entonces. Esto ocurrió con el bricolaje pero hay otras muchas categorías que también crecieron enormemente".

 

Inevitablemente estos criterios marcan "un antes y un después" en nuestra forma de consumir y se reflejan, por tanto, en los productos que compramos pero también en cómo lo compramos.

 

"Ahora tiramos mucho más de tarjeta de crédito o 'Contactless' y huímos más del dinero físico aunque, como ocurre en todos los ámbitos, no a todos nos ha afectado por igual". Por ejemplo, ha continuado, "antes era impensable pagar un café con tarjeta de crédito y, aunque para muchos todavía lo sea, cada vez se está perdiendo más ese miedo moral y se están notando cambios que también irán creciendo con el paso del tiempo", ha afirmado.

 

Tipos de consumidores.

El experto de la UNIR también ha dado a conocer algunas de las clasificaciones que se establecen en los estudios a la hora de localizar a un consumidor en tiempos de pandemia.

 

Así, se habla del cliente de perfil 'confiado', que no tiene miedo al contagio ni a la crisis económica y, por otro, el consumidor 'receloso' que es el que normalmente teme al virus pero no ha visto cambios en su nivel económico.

 

El tercer perfil sería el 'perjudicado' que ha sufrido ERTES o ha empeorado su trabajo durante la pandemia y está preocupado por su salud y su trabajo y, por último, el 'sobreexpuesto', el que no ha podido teletrabajar, ha sufrido en lo económico y casi no puede ni percibir el riesgo del coronavirus por la situación en la que está.

Diferentes categorías de consumidores que, como es evidente, actúan con pautas distintas a la hora de adquirir productos y que una empresa deberá analizar e identificar para saber cómo atraerlos y ofrecerles aquello que cada perfil quiere casi de forma personalizada pero, sobre todo, de forma eficaz.

 

A pesar de estas diferencias, el experto ha explicado que hay "ciertos rasgos comunes" que nos unen a todos y que hay que potenciar como son la digitalización, el buen servicio a domicilio, el uso de la tarjeta de crédito y la atención personalizada. "A todos nos gusta que se cumplan estos requisitos independientemente de cómo seamos", ha afirmado.

 

Ante estos nuevos hábitos y la rapidez con la que han llegado a nuestro día a día, el profesor de la UNIR ha recordado que es necesario que cualquier empresa, grande o pequeña, tiendas, comercios o locales estén preparados para asumirlos y puedan adaptarse a este nuevo tipo de consumo.

"Es fundamental que ofrezcan inmediatez, cercanía, buen trato al cliente, un buen servicio on line y de entrega a domicilio... todo ello hará que se puedan adaptar mejor a los nuevos hábitos de consumo de un público más exigente", ha afirmado Cerdá.

 

"No hay vuelta atrás".

Todo porque, como ha reconocido, "no hay vuelta atrás". Aunque volvamos a antes de lo que nos ha ocurrido con la pandemia "hay cosas que no van a cambiar, que han llegado para quedarse y que, además, van a seguir creciendo, mejorando y generalizándose. Las empresas tienen que saberlo, cambiar el 'chip' de la 'normalidad' y adaptarse a estos cambios.

 

Algo que "durante la primera ola no fue fácil", ha destacado, porque "nos pilló a todos de manera improvisada y estuvimos en shock. No estábamos preparados y aún así lo hicimos lo mejor que pudimos con un gran sobreesfuerzo de trabajo pero había mucho temor y no se sabía muy bien cómo actuar. Además tampoco sabíamos ni teníamos las herramientas necesarias para hacer frente a esta nueva forma de compra".

 

Ahora, por suerte, "el poder de adaptación ha sido muy rápido. Solo han pasado seis meses pero el cambio de mentalidad ha sido muy fuerte y no solo el de las grandes empresas sino también de cualquier pequeño comercio local de barrio porque todas van a poder adaptarse y tener un marketing importante dirigido a estos clientes".