El May Deco y el Haro Rioja Voley fueron los primeros equipos en despedir la accidentada temporada 2019-20, concluida, a efectos deportivos, el fin de semana del 8 de marzo. Desde ese día no ha habido más voley ni lo volverá a ver hasta octubre cuando en principio arrancará la nueva temporada de la Superliga Femenina. 

La categoría volverá a contar con las logroñesas y con las jarreras, referencias constante de la Superliga Femenina en la última década.

La temporada está más que concluida pero no será hasta la semana que viene cuando la Comisión Delegada de la Federación Española de Voley se reúna para abordar cómo será el curso 2020-21, marcado por la incertidumbre pero que comenzará con una certeza: la elite del voley femenina tendrá sólo doce equipos.

La Comisión Delegada tiene dos escenarios posibles: dar la temporada por concluida sin ascensos ni descensos o determinar dos ascensos y dos descensos. El tercer escenario, ampliar la liga a catorce equipos (no habría descensos), no se contempla. Aumentar la Superliga Femenina supondría dar pasos atrás en el profesionalismo iniciado en los últimos años y, principalmente, aumentar las semanas de competición para unos clubes cuyo presupuesto está exprimido al máximo. 

La reunión federativa no abordará en su próxima reunión la decisión de qué hacer con el título del May Deco. El CSD da carta blanca a las federaciones para resolver las competiciones pero faculta a los clubes para recurrir estas decisiones. El Voley Logroño espera acontecimientos pero advierten que recurrirán al Consejo Superior de Deportes y al tribunal contencioso-administrativo en caso de que el organismo que preside Agustín Martín Santos no valide sus pretensiones de revalidar su séptimo título liguero consecutivo.

Pero más allá de la pelea por el título, el May Deco tiene por delante la misión de sentar las bases de un nuevo proyecto ganador para la próxima temporada en la que el IBSA Gran Canaria se perfila como gran rival de las riojanas.

La entidad presidida por Carlos Arratia ya tiene dos piedras angulares para echar a andar. Esther López (Hernani, 1974) será la encargada de liderar el proyecto desde el banquillo mientras que la colocadora estadounidense Morgan Bergren (Muncie, Indiana, 1994) también ha dado el visto bueno a su continuidad. La norteamericana regresó a su país antes de que se declarase el estado de alarma pero tuvo tiempo para apalabrar su renovación. El Voley Logroño no niega estos movimientos aunque su objetivo es oficializarlo mucho más adelante.

Con estas dos certezas, la entidad que preside Carlos Arratia tiene por delante la misión de renovar a la columna vertebral del equipo. El sí de Daniela da Silva, Fernanda Gritzbach, Patricia Llabrés e Iva Pejkovic se da por seguro. Danira da Costa también tiene una propuesta para seguir en Logroño.

El grueso de renovaciones debería cerrarse con Helia González, pilar del May Deco. Por su fichaje puja también el IBSA de Pascual Saurín que se ha fijado en Alba Sánchez para reforzar su plantilla y también en la gallega. 

La central Aina Berbel, en principio, se quedará en Barcelona. Sólo el descenso del Sant Cugat podría cambiar sus planes.