El Ayuntamiento de Logroño y la Delegación del Gobierno en La Rioja han acordado este miércoles establecer controles aleatorios, por parte de las policías Local y Nacional, dentro del casco urbano y accesos a la ciudad, durante el mes de confinamiento de la capital riojana, que entra en vigor este viernes, 30 de octubre.

Este es uno de los acuerdos adoptados en la Junta Local de Seguridad, que han presidido el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, y la delegada del Gobierno en La Rioja, María Marrodán, tras el acuerdo del Ejecutivo riojano de confinar perimetralmente Logroño y Arnedo y cerrar su hostelería un mes para frenar la pandemia de la covid-19.

El alcalde y la delegada del Gobierno, en una posterior conferencia de prensa, han precisado que ambos cuerpos de Policía desarrollan una tarea de vigilancia en Logroño desde el inicio del estado de alarma, en marzo, para lograr el cumplimiento de la normativa, y que se intensificará en este mes de nuevo confinamiento.

Habrá controles aleatorios en las entradas y salidas a Logroño para vigilar que solo se produzcan estos movimientos para lo estrictamente necesario, así como para velar por el cumplimiento de la restricción de movilidad nocturna habilitada por el Gobierno de La Rioja, entre las 22:00 y 5:00 horas.

Dentro de la ciudad también se vigilará el cumplimiento de la normativa en lo referente a la posibilidad de requerir la identificación ciudadana y a evitar que se produzcan fiestas, botellones y reuniones grupales en recintos abiertos y cerrados, acción esta última sobre la que se reforzará la vigilancia, en especial los fines de semana.

El alcalde ha precisado que el Ayuntamiento estudia ajustar los horarios de las líneas urbanas de autobús urbano a la restricción horaria establecida para el toque de queda, ya que habitualmente finalizan sus servicios a las 23:00 horas.

Por ello, el Consistorio analiza actualmente qué líneas son esenciales para mantener su horario habitual a efectos laborales y cuáles no, entre ellas el servicio nocturno del autobús "búho", de fines de semana, que ha quedado suprimido, ha informado.

El alcalde también ha precisado que los controles aleatorios entre las vecinas localidades de Lardero y Villamediana de Iregua, que forman parte del área metropolitana de la ciudad, se centrarán, fundamentalmente, en la vigilancia de los desplazamientos por razones justificadas en la normativa, como puede ser trabajo, educación y razones sanitarias.

La delegada del Gobierno ha añadido que este incremento de la vigilancia policial incidirá de manera especial en el control de las fiestas y reuniones grupales, que no están permitidas para un número superior a las seis personas en lo que sea fuera del ámbito de convivencia familiar.

Ha recalcado que el aviso anónimo de la ciudadanía a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad cuando se detectan este tipo de fiestas es una herramienta que "está funcionando" .

Según su sus datos, hay una minoría de personas en Logroño que, desde el inicio de la pandemia, es "resistente" a cumplir las normas en cuanto a celebraciones de fiestas o botellones, pero hay una mayoría "responsable" que cumple.

A esta "minoría", ha dicho, es a la que se dirigirá de manera especial el refuerzo de la vigilancia policial; y, a este respecto, el acalde ha agregado que es importante el ejercicio de una labor pedagógica porque el control de la pandemia está en cada persona en cuanto al cumplimiento de las normas básicas de uso de mascarilla, higiene de manos y distancia social.

Hermoso de Mendoza ha indicado que los mayores contagios se producen en otros ámbitos que no son los laborales, y, por ello, es en ellos donde se incidirá en la vigilancia, más allá del control perimetral en los accesos y salidas por razones justificadas.

Ha recodado que las multas por incumplir la normativa pueden alcanzar hasta los 3.000 euros, pero ha insistido en la importancia de ser "responsables" y en cumplir con el toque de queda, en el sentido de que a partir de las 22:00 horas no se puede salir de casa, salvo por razones justificadas.

La delegada del Gobierno y el alcalde han hecho un llamamiento a la ciudadanía a su "máxima corresponsabilidad" con el cumplimiento de estas medidas para "poder retomar la vida lo antes posible".