Mientras crece el número de madridistas resignados que se hacen a la idea de que su ‘gran capitán’, Sergio Ramos, no seguirá la temporada que viene, el internacional apura sus opciones para jugar el próximo sábado ante el Villarreal en el que podría ser su último partido como merengue.

Ayer saltaron más alarmas (las primeras venían y vienen de París) porque en las redes sociales se hizo viral la imagen de René Ramos, hermano y representante del defensa, con Monchi, director deportivo del Sevilla, en una cafetería de la capital andaluza. Tras publicarse la foto se dispararon los rumores, aunque no parece que tengan mucho fundamento porque la nómina que cobra el central es estratosférica para los hispalenses:12 millones de euros netos al año. A esto hay que sumar que gran parte de la afición blanquirroja no puede ver al merengue, como se ha podido ver cada vez que el Madrid visitaba el Ramón Sánchez Pizjuán. 

Pero todos esos ‘ruidos’ aumentarán con mucha más fuerza el sábado por la noche, cuando se sepa si el Madrid ha conseguido ganar la Liga ‘in extremis’ o se ha tenido que conformar con el subcampeonato.