El fútbol riojano dice no con matices a la Superliga Europea

M. A. G-S.
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UDL, SDL, EDF Logroño, Anguiano, Villegas y Arnedo, entre otros, se posicionan ante el nuevo proyecto para el fútbol continental

Imagen de un Villegas-Anguiano. Los clubes de Tercera opinan sobre el nuevo proyecto de la Superliga Europea. - Foto: Óscar Solorzano

El mundo del fútbol anda revuelto desde el domingo en el que se conoció las intenciones de doce  clubes (Real Madrid, Barça, Atlético, Milan, Inter, Juve, Tottenham, Arsenal, United, City, Chelsea y Liverpool) de formar una Superliga ‘semicerrada’ sin premiar los méritos deportivos. Son los más ricos, pero no los más laureados y, desde su posición de privilegio, han puesto en jaque al rector del fútbol europeo, la UEFA. En declaraciones realizados por Florentino Pérez, líder de la revuelta, a El Chiringuito (la entrevista pudo ser escuchada ayer en Vive La Rioja! Radio), el mandatario madridista asegura que el fin de la Superliga es salvar al fútbol.

Nadie puede dudar que bajo esta maniobra se esconde la lucha de los clubes más privilegiados por un reparto del dinero de las televisiones más beneficioso para sus intereses. Así lo ve el fútbol riojano que está en contra del nuevo proyecto aunque entienden las motivaciones de los poderosos.

La Unión Deportiva Logroñés, el referente futbolístico de la comunidad, emitió el lunes un comunicado en el que se posiciona en contra de la Superliga, secundando la postura oficial de LaLiga, patronal de la que forma parte tras su ascenso.

La Sociedad Deportiva Logroñés, igualmente, en unión con FASFE y los clubes de fútbol popular, mostraron su repulsa porque el proyecto elimina «la meritocracia deportiva».

El EDF Logroño, que lucha por la permanencia en la Primera femenina, también muestra sus dudas. Iván Antoñanzas reconoce que la Superliga «nos pilla un poco lejos». «No tenemos mucha información pero no nos gusta la idea de ligas cerradas. Todo lo que no sea por méritos deportivo no es ni bueno ni beneficioso», agregó. Sobre la posibilidad de trasladar este proceso al fútbol femenino cree «no estamos preparados para ese paso».

Entre los más modestos, las posturas son más abiertas. En el no absoluto se ha mostrado el Casalarreina, que en sus redes sociales expresó su parecer: «Menos pensar en Superliga Europea y más haceros socios de los equipos de vuestros pueblos que es lo que realmente importa. Esos sí que hacen trabajo de barro...». En términos similares se manifestó el Pradejón en un tuit más interpretivo: «Nadie nos quitará nunca la ilusión, la cantera, la felicidad de ver a gente del pueblo, entrenadores, familia, involucrándose en su club. Esto no se paga con dinero. Esto se siente!».

Alberto Tricio, del Villegas, asume que los de Madre de Dios poco tienen que decir en esta disputa porque «los grandes buscan un nuevo reparto del pastel con las televisiones». «Nos va a tocar tan poco que creo que no tiene sentido ni que opinemos. Se trata de una guerra meramente económica que al final se solucionará», se despide.

Por lo que respecta al Anguiano, el más modesto de Tercera y que mejores prestaciones deportivas ha conseguido en los últimos años, José Miguel Neila explicita sus «sensaciones encontradas».

«A priori estoy más a favor que en contra», argumenta. «Entiendo que los clubes grandes saben lo que vale su negocio y todos los años el retorno de ese negocio es inferior a su valor. Saben que su negocio es de 5.000 millones, por ejemplo, y sólo reciben mil. Se preguntan dónde están los cuatro mil que faltan y es legítima esta inquietud. Entiendo que se rebelen contra eso», agrega.

Sin embargo, el modelo deportivo cerrado no le convence: «Siempre y cuando sea una Superliga abierta con ascensos y descensos, con méritos deportivos al estilo de la Euroliga de básquet, que también nació de un cisma, estaría de acuerdo». «Todos queremos ver a los mejores jugando en el Madrid o en el Barça. Los colores, lamentablemente, cada vez valen menos», critica. «Creo que va a haber un acuerdo entre UEFA, FIFA y clubes», se despide, «porque la UEFA va a acabar cediendo y se formará una competición híbrida». «Los cruces de declaraciones no son dignos de un estamento como el del máximo rector del fútbol europeo», critica.

Por último, Ildefonso Ruiz, presidente del Arnedo, dice sí a la Superliga si repercute de forma satisfactoria en los modestos: «Si es como lo entendí, estoy a favor. Si se altera el reparto actual del 80-20% para nosotros, perfecto. Entiendo que el Madrid y el Barça generan mucho dinero y son encuentros con más interés que un Granada-Cádiz, con todo el respeto del mundo. Si los clubes se quedan con un porcentaje superior, prefiero que el dinero vaya a los modestos y no directamente a la UEFA o FIFA».