Pasajes y rincones recónditos tendrán cámaras de vigilancia

Feli Agustín
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El parque sobre el soterramiento, que se abre hoy, será la primera infraestructura en Logroño que disponga de estos dispositivos para velar por la seguridad de personas, instalaciones y elementos

Imagen del parque Felipe VI, que forma parte del proyecto del soterramiento del ferrocarril en Logroño. - Foto: Óscar Solorzano

La apertura de la ampliación del Parque Felipe VI -la que se sitúa sobre la cúpula de la estación de autobuses y baja hasta la prolongación de la calle Belchite con Hermanos Hircio-, que se producirá, oficialmente, al mediodía conllevará una importante novedad en materia de seguridad ciudadana:la colocación por primera vez en Logroño de cámaras de vigilancia. Su instalación, para la que no hay previsión de fecha y que se ubicarán, en principio, en los postes de  las luminarias, obedece a la voluntad delAyuntamiento de evitar los actos de vandalismo como los que se produjeron en la zona este del parque.

Esta instalación, según señala el responsable municipal de urbanismo, Jaime Caballero, abrirá el camino a la extensión de sistemas de videovigilancia por la ciudad, que  se ubicarán en puntos donde se hace difícil garantizar la seguridad de personas, enseres o instalaciones, y generen peligro o sensación de inseguridad a los viandantes. Al respecto, y sin haber elaborado un cronograma ni haber definido los lugares donde se ubicarán, Caballero avanza que serán pasajes, túneles o rincones recónditos de parques u otros parajes.

«Hay muchos lugares en la ciudad en los que la seguridad no se puede salvaguardar de otros modo, como parques u otros lugares que, desde una perspectiva de género, atemorizan a las paseantes», apunta Caballero, que informa de que se «ha mapeado los lugares del miedo» que requieren no solo de mayor iluminación, sino también de videovigilancia.

«Hay puntos de miedo, que piden una cámara y que si la colocamos mucha gente lo agradecería», razona el concejal de Desarrollo Urbano que, al respecto, menciona  los túneles bajo la LO-12 para acceder a La Cava o La Guindalera o el pasaje entre la Plaza Uno de Mayo a la de la Primavera.

Caballero añade, además, que la previsión de posibles actos vandálicos ha impedido, en la algunos casos, la realización de actuaciones urbanas o la colocación de elementos singulares,  hipotéticos daños que la presencia de videovigilancia puede evitar.

«Tenemos la herramienta y la vamos a utilizar donde sea necesario», afirma el edil, que descarta la invasión de la intimidad porque la vigilancia solo se va a practicar en puntos o itinerarios concretos.  Entiende que se trata de una solución «proporcionada, justificada y encaminada a mejorar el espacio público», y descarta las posibles críticas al «control» de los ciudadanos.

«Quien quiera intimidad la va a seguir teniendo, pero quien tetener;quien quiera seguridad, también va a contar con ella», asegura el responsable de urbanismo, que garantiza que solo la Policía Local tendrá acceso a las imágenes y augura que el presupuesto no será elevado.

Precedentes.  Recuerda que ya se llevan colocando este tipo de dispositivos «hace tiempo en muchas ciudades, que van muy por delante de Logroño » y, en La Rioja, ya hay precedentes. En enero del año pasado,  el entonces delegado del Gobierno en La Rioja, José Ignacio Pérez Sáenz, adelantó que se iban a instalar cámaras de videovigilancia en aquellos municipios cuyo ayuntamientos lo requieran, con el fin de garantizar la seguridad en algunos puntos concretos para evitar o, en su caso, esclarecer distintas situaciones relacionadas con la seguridad.

Informó de que el nuevo protocolo respondía  la petición que algunas localidades riojanas habían hecho llegar a la Delegación de Gobierno, a fin de poder colocar sistemas de videovigilancia. Los ayuntamientos pueden así pedir la instalación de estas cámaras para casos concretos, que solo podrán visionar la Guardia Civil y cuando se produzca un hecho delictivo. 

Desde entonces, al menos se han colocado en dos emplazamientos en el área urbana de Logroño. Así, el pasado mes julio, el cementerio civil de La Barranca, ubicado en Lardero y que acoge los restos de más de 400 personas represaliadas por el franquismo al comienzo de la Guerra Civil, instaló un sistema de videovigilancia en el que el Observatorio de Derechos Humanos invirtió 15.000 euros.

Consta de sistema de alarma y videograbación con dos cámaras y se abastece de electricidad mediante placas eléctricas. Su instalación forma parte del plan de protección y seguridad de este memorial frente a actos antidemocráticos y permitirá evitar episodios vandálicos como los sufridos en los últimos años. El 14 de abril de 2019, coincidiendo con el 87º aniversario de la proclamación de la Segunda República, apareció lleno de pintadas nazis y fascistas y registraba un ataque similar en la misma fecha tres años antes.

El Ayuntamiento de Villamediana anunció también la instalación de un sistema de videovigilancia para controlar el depósito de enseres voluminosos junto a los contenedores de basura. 

La implantación de este sistema está motivada «por el sistemático depósito de enseres voluminosos fuera de los días y hora señalados, así como el depósito de residuos fuera de los contenedores destinados a tal fin, lo que conlleva riesgos sanitarios y el aumento de costes económicos en la limpieza viaria y recogida de residuos sólidos», justificó el Ayuntamiento de Villamediana.