Los jóvenes son el perfil más laborioso de rastrear

Víctor Zurrunero
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La celebración de las no fiestas ha incrementado el trabajo del equipo de 110 profesionales de la Consejería de Salud que le sigue la pista al virus

Un grupo de trabajadoras del equipo de rastreadores de la Unidad Covid, en una imagen de archivo. - Foto: Clara Larrea

Suena el teléfono y descuelgas. Al otro lado escuchas una voz que en tono amable te dice: «buenos días, soy Rocío, enfermera Covid, le llamo para comentarle que la PCR que se ha hecho ha dado positivo». Así comienza el trabajo del equipo de rastreadores. Acaba de llamar, Rocío Loma, co-coordinadora de la Unidad Covid. Con más de 25 años de experiencia como enfermera fue de las primeras personas en incorporarse al equipo de rastreadores, un cuerpo del que todo el mundo habla y que se ha convertido en una de las principales armas para controlar el coronavirus. 

Durante el verano, la edad media de los contagios bajó respecto a la primera ola del virus. Los jóvenes han estado en el punto de mira y se han multiplicado las campañas llamando a la responsabilidad de este colectivo. «Les estamos pidiendo una responsabilidad extraordinaria, todos hemos sido jóvenes», explica Loma, «a pesar de lo que se puede pensar, cuando hablamos con los adolescentes reaccionan perfectamente y suelen colaborar bastante bien».

Los adolescentes y jóvenes suelen tener mayor número de contactos estrechos porque se relacionan más , ya que «por su naturaleza son más sociales». Esto hace que este grupo de edad sea el que presenta las listas de rastreo más largas .

La Rioja cuenta con 110 rastreadores con un ratio de 1 por cada 2.800 habitantes. «En relación a otras comunidades estamos entre las primeras. No podemos olvidar que la OMS nos decía que había que tener un ratio de 1 por cada 5.000 habitantes, y nosotros, desde el primer momento, apostamos por aumentarlos para evitar el rebrote en la pandemia de una forma muy precoz», explica Alberto Lafuente, director del área de Salud.

Un punto diferenciador es el equipo multidisciplinar que han formado; «nuestros rastreadores vienen del ámbito de la enfermería, la medicina y el trabajo social principalmente, por lo tanto, ese trabajo multidisciplinar junto al apoyo con la atención primaria son las claves», comenta el alto cargo de la Consejería de Salud.   

Otro de los indicadores del éxito del trabajo de este equipo es la cantidad de contactos estrechos que son capaces de localizar por cada positivo. Se considera como tal cuando se cumplen tres condiciones: exposición sin mascarilla, sin distancia y más de 15 de minutos. 

La Rioja se mueve de media «entre los 6 y 8, por lo tanto, estamos muy bien» destaca Lafuente, quien explica que además del número de contactos estrechos es fundamental ser capaz de identificar dónde está el foco, «localizar dónde se produjo el contagio entre los positivos» cuando se establece una relación entre sí. 

FORMACIÓN EN COVID. Los rastreadores reciben una formación específica a cargo de los coordinadores de la unidad y centrada en todos los aspectos relacionados con la Covid-19, ya que «se busca que sepan lo más posible sobre el virus: qué es, cómo funciona, y cómo enfrentarse a él. También se trabaja el componente de  empatía que es muy importante», destaca Lafuente.

Su trabajo es vital para controlar los contagios y localizar los positivos, especialmente los asintomáticos,  y así poder aislarlos y cortar las cadenas de transmisión. «En función de donde provenga el contagio, el perfil es completamente distinto», aunque reconoce que los brotes más importantes se están produciendo en el ámbito social interno y particular. «A partir de un brote, por ejemplo, en el entorno familiar, los rastreadores comienzan a dibujar el camino que toma el virus», describe Lafuente.

 Y para trazar esa senda de contagios, es imprescindible contar con la colaboración de las personas que han dado positivo. «Cuando nos ponemos en contacto con ellos para comunicarle el resultado de la PCR, les preguntamos como se encuentran y les derivamos a su médico de familia», explica Rocío Loma, enfermera Covid, miembro de la unidad.

Ese momento es muy especial y es, también,  donde entra en juego la empatía del rastreador que ayuda digerir la noticia en los primero momentos, «a veces les pilla por sorpresa, pero otras ya lo intuían porque tenían síntomas. Nuestra labor es acompañarles durante esa primera llamada, que es primordial, para explicarles la importancia de su cooperación» para la lucha contra el virus.

CONTACTOS ESTRECHOS. Las personas tienen un tiempo para recopilar la información de sus contactos estrechos y hacer memoria de sus movimientos más recientes, « las ultimas 48 horas si son asintomáticas o desde dos días antes de presentar síntomas si los tuviera», explica Rocío Loma. «Con los días, a veces, añaden alguno más», según van haciendo memoria en su casa. 

La mayoría no tiene problemas en colaborar y, a veces, confiesan con cierta vergüenza, que han tenido conductas poco responsables. «Nosotros no juzgamos qué han hecho o cómo lo han hecho, si han estado de fiesta o de botellón. Nos interesa contener el virus. La vergüenza hay que dejarla aparte, hay que ser responsable y asumir lo que se ha hecho», incide Loma, que reconoce que la lista de contactos estrechos «ha aumentado con las no fiestas».

CUARENTENA PREVENTIVA. Una vez recopilada toda la información, los rastreadores contactan con cada uno de los nombres de esa lista para explicarles que se tienen que hacer una prueba PCR y ponerse en cuarentena durante 14 días. Durante ese periodo, tienen un seguimiento a cargo de médicos y enfermeras jubilados que se han sumado a estas labores durante la pandemia de coronavirus.

«Por regla general son responsables y lo entienden, pero de entrada es un shock. De repente te dicen que tienes que parar tu actividad durante dos semanas y al principio no les sienta bien, pero cuando le explicas los motivos los comprenden y actúan con responsabilidad», destaca Rocío Loma, que considera fundamental entender que «la cuarentena no es un castigo, es una protección para el resto de las personas».