Es difícil calibrar quiénes serán los cinco equipos del grupo I que pelearán por el ascenso a Segunda (solo el campeón sube directo) pero está claro que el calendario del Calahorra le ha deparado un exigente inicio.

En las tres primeras jornadas de liga, los rojillos se han de medir a tres equipos que, hasta hace nada, formaban parte del selecto club de equipos profesionales.

El 29 de agosto, Eduardo Docampo se estrenó en el banquillo de La Planilla con un meritorio empate a cero con la UDL, equipo que el pasado año se estrenó en la Liga SmarBank. Aunque el encuentro fue equilibrado (0-0), los rojillos a los puntos fueron ligeramente superiores.

El pasado sábado, los riojabajeños afrontaron su primera salida y lo hicieron cayendo por 2-1 con el Rayo Majadahonda. Los majariegos, en términos absolutos, son unos parias futbolísticos, llevan muy poco tiempo entre los grandes. Sin embargo, en términos relativos su potencial es considerable toda vez que en la 2018-19 subieron a Segunda, competición que no pudieron retener. No han vuelto a pelear por la liga profesional, pero como la gran mayoría de equipos madrileños representan a la clase media-alta de la tercera categoría nacional. De momento, con sus dos victorias consecutivas opositan a equipo revelación con permiso del Real Unión.

El sábado los calagurritanos recibirán al Deportivo, el líder del grupo. Tras golear al Celta B (5-0), los coruñeses sufrieron en Tudela (0-1). Han ganado los dos partidos jugados y no han encajado. 

El Calahorra tratará de frenar su marcha triunfal consciente de que tras la visita del Deportivo, el calendario ‘se suaviza’ con duelos ante Talavera y Celta B aunque en Primera RFEF todos los rivales tienen virtudes.