El Ayuntamiento de Logroño ofreció ayer detalles más específicos, aunque hay todavía que concretar numerosos aspectos, respecto a la celebración de las próximas fiestas de San Mateo, que se planea que tendrán lugar del 18 al 24 de septiembre y para las que, según afirmo el concejal de Festejos, Kilian Cruz, hay previstos actos todos los días. Aunque la situación es aún incierta, el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, se mostró firme defensor de su celebración, convencimiento que se asienta en el hecho de que el 70% de la población ya esta vacunada, un porcentaje que aumentará hasta el inicio de fiestas y que beneficiará, principalmente, a los chavales mayores de 12 años, de los que gran parte habrán recibido una dosis.
Argumentó, además, que ya hay ciudades que han previsto su organización -Valencia esta celebrando las Fallas en septiembre-, aunque reiteró su apelación a la prudencia. Hermoso de Mendoza volvió a repetir la reflexión que había ofrecido la víspera y apuntó que el objetivo es alcanzar el «equilibrio» para ir caminando hacia la normalidad, teniendo en cuenta que se han descartado los actos que conllevan mayor concentración de ciudadanos, como el cohete, carrozas o fuegos artificiales, «de modo que se reúnan menos personas en determinados lugares».
Lo que sí hay previsto desarrollar este San Mateo de transición son actividades musicales o culturales, además de toros o la feria de pelota, sin que aún haya decidido cuál será el acto -o si lo habrá- que inaugure la semana festiva.
Para todos los públicos. Unas fiestas que serán «diferentes», tanto en su contenido como en su desarrollo, se repartirán por todos los barrios de la ciudad y celebrarán en diferentes emplazamientos, aunque guardarán unas características comunes, el público estará sentado en espacios perimetrados, el aforo estará limitado y se ha de guardar la distancia de seguridad, de tal manera que el acceso se realizará con entrada o invitación, cuyo reparto no se ha determinado. Así lo explicó Cruz, que informó de que se sigue con las reuniones con diferentes colectivos para poder cerrar la programación en unos días.
A pesar del revés que ha supuesto el desmarque de las peñas, en una decisión que reiteró fue mayoritaria pero no unánime - «nos hubiera gustado contar con ellos», dijo el concejal-, las fiestas siguen adelante para lo que cuentan con la colaboración de grupos folclóricos, casas regionales, joteros, gaiteros o asociaciones vecinales para preparar una «suma de actividades musicales, artísticas o culturales», que se planea desarrollar en los espacios habitúales, como plazas del Ayuntamiento y del Mercado, además de otros nuevos.
Así, el deseo municipal es que los logroñeses disfruten de vaquillas, conciertos o pelea de gallos, siempre, eso sí, que el Ayuntamiento reciba el visto bueno de Salud. «Serán eventos de un año de transición, buscando revitalizar la economía de la ciudad con las fiestas, como en otras ciudades, con equilibrio con lo sanitario»