Darío Gómez se reivindica en el mano a mano

El Día
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El ezcarayense, tras su victoria por 22-15 ante Peio Etxeberria, disputará el cuadro final de un manista que no tiene fecha para su comienzo

Darío Gómez, en un calentamiento en el Adarraga. - Foto: Clara Larrea

Darío Gómez (Ezcaray, 1996) estará en el cuadro final del Manomanista de Primera. Lo estará por un doble motivo: porque le correspondía en su condición de campeón de Segunda y porque se ganó el derecho el viernes en Amezketa al derrotar en la previa a Peio Etxeberria por un claro 22-15. 

Aunque el ezcarayense no es de levantar la voz, sabe que le correspondía el privilegio de estar en la foto de los aspirantes al Manomanista aunque se lo tuviera que ganar en el frontón. «Es la segunda vez que el campeón del Manista de Segunda tiene que jugar una previa», recordaba. El anterior fue el francés Stéphane Lemuno que también tuvo que ganarse el billete final. «Pensaba que ya me lo había ganado, pero ahora me lo he ganado de nuevo», apuntaba serio. «No le di muchas más vueltas y, cuando me dijeron que jugaba la previa, me centré en entrenar a conciencia», agrega.

Si no hubiese habido de por medio una pandemia, el manomanista se hubiera resuelto entre mayo y junio. Como la Covid se instaló con nosotros desde marzo, hubo que posponer todas las competiciones. Y, tras la emergencia sanitaria, ha llegado la reclamación de los pelotaris de Baiko Pilota que han paralizado la final del Parejas (prevista para ayer) y que ha obligado a reconfigurar las fechas del Manomanista.

«Acabé bien de manos y me vendría bien la dinámica de volver a jugar esta semana», informaba, «pero no sé cuándo podrá ser». «Lo poco que sé de la situación de huelga es que los jugadores han buscado un acuerdo pero no ha sido posible. No les ha quedado más remedio que parar y sólo espero que por su bien, y por el bien de la pelota, se alcance una solucción satisfactoria para todos», apunta.

Sobre su victoria por 22-15 ante Peio Etxeberria, que la semana pasada dejó fuera a Rezusta, el riojalteño asumió que le salió todo «a la perfección. «Todo lo que había preparado lo hice. Fue un partido muy duro, porque Peio es un pelotari que no regala nada defiende mucho, pero jugué bien», agrega. «Lo planteé bien y, sobre todo, conseguí llevarlo a cabo», completa.

El ezcarayense seguirá preparándose para su nuevo reto en el Manomanista, una modalidad que es de su agrado y para la que se ha preparado a conciencia: «El mano a mano es muy exigente pero me gusta desde niño.Se extiende mucho el golpeo y eso me puede venir bien».