Las jugueterías prevén retrasos pero no desabastecimiento

Carmen Sánchez
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El sector prevé una subida en los precios por el encarecimiento de la energía, las materias primas y el transporte

Una empleadas coloca productos en una juguetería logroñesa. - Foto: Ingrid

Con la Navidad a la vuelta de la esquina, el comercio se enfrenta a una temporada crucial. Está al albur del buen funcionamiento de la campaña de ventas y de que el consumidor se anime a gastar más. El hecho de que lo peor de la pandemia haya pasado y de que la demanda haya aumentado da esperanza a un sector que no termina de remontar al ritmo esperado. Se de la circunstancia, además, de que ahora tiene que lidiar con otros factores externos como es el encarecimiento de la energía, del transporte y la carestía de materias primas. 

Uno de los sectores que se la juega en los próximos dos meses es el juguetero. De hecho, es en esta temporada donde se suele recuperar toda la inversión anual. Este año se espera que la facturación aumente entre un uno y un dos por ciento respecto al año anterior, aunque no echa las campanas al vuelo. «Eso es lo que esperamos, pero no son las perspectivas», remarca Diana González de Garay, responsable de Juguettos, aunque reconoce que «la incertidumbre está ahí».

En todo caso niega que vaya a haber problemas de abastecimiento en la campaña navideña. Recuerda que los problemas con las recepciones de materiales y subidas de precios es conocido desde principios de año y que su sector ya ha estado trabajado con este escenario para que no repercuta negativamente en  la recta final del año. González de Garay reconoce que su gremio sí está sufriendo retrasos en el transporte. Pero insiste en que «son retrasos, no desabastecimiento como se está escuchando». «En nuestro sector no va a haber desabastecimiento. No va a existir», sostiene. 

Los únicos problemas que van a darse son con los productos más demandados por los consumidores. «Siempre hay juguetes que se van a agotar, como ocurre todas las navidades, y va a seguir siendo así». Es una incógnita qué artículo dejará los lineales vacíos, un factor que González de Garay atribuye al interés que despierte en los niños y al «boca a boca». «Si lo supiéramos no habría problemas de desabastecimiento», señala.  

Ante todo quiere lanzar un mensaje de «tranquilidad» al consumidor e insiste en que «los lineales van a estar con producto». «Va a faltar -puntualiza- el producto de siempre, es decir, el juguete estrella, y eso ocurre todos los años haya pandemia o no. Pero para nada va a haber un desabastecimiento».

El mismo mensaje de «tranquilidad» traslada la Asociación Nacional Grandes de Empresas de Distribución (ANGED), que no esperan «grandes problemas» en este sentido. Esta entidad la integran empresas como El Corte Inglés, Ikea, Alcampo, Carrefour o MediaMarkt y su director de Comunicación, David Gracia, sostiene que la disyuntiva actual «no es tanto de desabastecimiento, sino más bien con el cuello de botella logístico». Uno de los factores que explican estos retrasos en el transporte está en el aumento de la demanda tras un año de parón por la pandemia. Pide no caer en el «alarmismo», ya que «el comercio trabaja con mucha previsión para tener un aprovisionamiento suficiente».

Además de los juguetes, otros productos muy demandados en fechas navideñas son los aparatos electrónicos, como las videoconsolas, cuya producción se está viendo afectada por la crisis de los  chips. Pese a ello, desde ANGED descartan que puedan verse los lineales de estos productos vacíos. «Está previsto que se puedan ir restableciendo y nuestras empresas siempre van a tener productos de otras marcas en caso de que escasee alguno específico», asegura Gracia. 

Subida de precios. Lo que González de Garay sí que ve inevitable es que la subida de precios va a afectar «inevitablemente» al consumidor, como ya lo está haciendo la cesta de la compra. «Si al final te sube la luz, las materias primas, el transporte, el combustible y el salario mínimo interprofesional, todo repercute» , explica. 

Pese a esta circunstancia, el sector afronta con más «optimismo» e «ilusión» esta campaña navideña que la del año pasado . «Presenta unas perspectivas, esperamos, mejores, aunque todo se verá. Creemos que el consumo se está recuperando poquito a poquito», remarca la juguetera.

Misma postura es la que se mantiene desde ANGED. «Hay tensiones sobre los márgenes por el aumento del precio de la electricidad y la previsión de subir los impuestos», cuestión esta última que genera una «gran incertidumbre» en todo el sector, máxime cuando, recuerda Gracia, están recuperándose poco a poco de la crisis provocada por la pandemia.

Prudencia en el sector comercial. El sentir no es el mismo para el sector comercial de La Rioja, que mira al futuro más inmediato con «incertidumbre» y «expectación» ante los problemas que están sufriendo subsectores como el de los electrodomésticos por la carestía de materias primas como los chips. «Hay problemas logísticos y hay problemas de desabastecimiento», afirma Fernando Cortezón, presidente de la FER Comercio y el responsable de la sección de Comercio de la Cámara quien, matiza que, aunque la situación «no es muy grave», mantiene la prudencia.

«Si en la mejor campaña del año hay desabastecimiento es lo que nos faltaba a los comerciantes con todo lo que llevamos a nuestras espaldas», remarca. 

Otros problemas a los que tienen que hacer frente es al encarecimiento energético, que acumula una subida de en torno al 30%, según sus cálculos. Pero también algunos subsectores comerciales como panadería, textil o calzado ven mermado aún más su «estrecho» margen de beneficios por el incremento de impuestos, como el canon de saneamiento, que en poco más de un año ha crecido un 30% 

Estos sobrecostes los está absorbiendo el pequeño comerciante a costa de reducir sus beneficios, que ya de por sí son «ajustados siempre». «No se quiere repercutir al consumidor, de momento. Entendemos que no se le puede castigar. Pero si los costes de producción se disparan habrá que repercutirlo», reflexiona.

Y es que, este último trimestre del año es crucial en cuanto a facturación. El sector lo afronta con «optimismo», aunque sostiene que «la recuperación es más lenta de lo que nos gustaría; el verano no ha sido muy bueno». 

Para relanzar la actividad comercial y animar al consumidor a comprar en el comercio riojano, desde la FERy la Cámara se van a llevar diversas iniciativas en dos campañas claves: el Black Friday, que se celebra el último viernes de noviembre con acciones promocionales que durarán toda la semana, y Navidad.