Un empate que sabe a poco

M. A. G-S.
-

La SDL, con un gran gol de Calderón, neutraliza a una Real B que no supo conservar su renta

Óscar Loza se lamenta por una acción. - Foto: Óscar Solorzano

Ficha técnica:

SDL: Jero, Borja Aizpún, Caneda, Ledo, Óscar Loza, Bilal (Calderón, 75), Emilio, Rodellar (Javito, 67), Ekain (Imanol Etxeberria, 67), Lacruz y Juan Antonio Sánchez (Diego Esteban, 67).

Real Sociedad B: Unai Ruiz; Recio (Lobete, 46), Ezkurdia, Jeremy, Aldasoro ; Turrientes, Jon Ander; Galarreta (Álex Sola, 46), Dani Garrido (Robert Navarro, 65), Alkain; Karrikaburu (Agirre, 77).

Árbitro: Andrés Fuentes (Colegio valenciano). Amonestó a Galarreta y Aldasoro así como al local Ledo.

Goles: 0-1, M. 62: Dani Garrido; 1-1, M. 76: Calderón.

Incidencias: 400 espectadores en el Mundial, encuentro correspondiente a la cuarta jornada de la fase de ascenso.

El 0-0 ante el Amorebieta no dejó mal sabor de boca a los blanquirrojos pero el 1-1 ante la Real B ha saciado los apetitos de los seguidores logroñeses que han visto como el equipo de Albert Aguilá es capaz de competir de tú a tú con todo un Sanse, campeón casi seguro del grupo 2 y firme aspirante al ascenso a Segunda. El empate, incluso, sabe a poco porque aunque las ocasiones más claras fueron donostiarras, los riojanos tuvieron la remontada.

La primera mitad fue logroñesa pero, a la hora de juego, la Real B inclinó el partido para su intereses con una nueva desatención de la zaga, la enésima de la fase de ascenso. Dani Garrido no perdonó y el partido cambió. Los donostiarras debieron sentenciar el encuentro pero no lo hicieron y los riojanos, a la contra curiosamente, empataron la contienda gracias a Calderón y, en el intercambio de golpes final, tuvieron hasta la remontada. Como ante el Amorebieta, en el que Loza tuvo el 1-0 en el último minuto, el triunfo quizás no hubiese justo pero los blanquirrojos estuvieron cerca en una gozada de encuentro que fue de menos a más.

El empate donostiarra, conjugado con la derrota del Athletic B en Calahorra, acerca el liderato final a un Sanse que, pese a las bajas, mostró hechuras de gran equipo.

Al contrario de las tres jornadas precedentes, la SDL apostó por un once casi de gala para optar por un fútbol vertical y de transiciones rápidas, con Ekain y Juan Antonio Sánchez viviendo al límite y dispuesto a penalizar cualquier desatención vasca.

Sin embargo, ni Jero, que protagonizó una acción de riesgo ante la presión adelantada de Karrikaburu, ni Unai Ruiz pasaron mayores apuros. Fue una primera parte de control y escasas llegadas aunque, a balón parado, la SDL estuvo a punto de alterar la dinámica del encuentro. Ni Emilio, en un saque de esquina cargado de ciuta, ni Ledo, diestro al cazar un rechazo en el área, pudieron incriminar a Unai Ruiz.

Fue, a fuer de sinceros, la primera gran oportunidad local y sucedió en el minuto 35. En el otro área, más allá de las estampidad del ‘36’ donostiarra, poco o nada por mucho que Dani Garrido tirase un slalom en la frontal que fue obstaculizado en falta por Bilal. Turrientes, el encargado de todo el juego a balón parado txuri urdi, la acomodó y la ejecutó. Al contrario de Zubieta, donde la puso en la madera, aquí firmó un golpe de castigo. Alta, sin riesgo alguno para Jero.

Fue el último coletazo de un primer acto en el que a falta de jugadas de pedigrí, sí hubo intensidad. Todo lo contrario que un segundo tiempo en el que Xabi Alonso, de primeras, no se ahorró nada, poniendo a Lobete y Álex Sola, dos titularísimos (aún habría tiempo para que metiera a Robert Navarro). 

La Real B ganó metros, reclamó el balón y la SDLse vio obligada a recular. El partido cambió porque los donostiarras comenzaron a circular con velocidad y precisión en un cuarto de hora en el que los riojanos ni la vieron.

Así, tras un aviso de Turrientes obligó a Jero a lucirse, el Sanse comenzó a merodear el área riojana mientras que los de Albert Aguilá se aprestaron a sorprender a la contra. Sin embargo, Lacruz no acertó a articular el remate, elevando una llegada franca blanquirroja.

La SDLperdonó en lo que fue el preludio del primer gol. Como en Zubieta o Lezama, un error en la entrega propició el tanto donostiarra. Los de Xabi Alonso se plantaron ‘dos para uno’ y Dani Garrido, con templanza, ejecutó a Jero.

Sonó a sentencia y pudo serlo porque la SDLestaba noqueada. El filial olió sangre pero no completó el trabajo. Lobete, con tiempo y metros, forzó el lucimiento con una mano salvadora. Fue un milagro más del murciano.

Con todo perdido, con la Real B como dueña absoluta de la contienda, Albert Aguilá se la jugó con Imanol Etxeberria, Diego Esteban y Javito. La permuta no alteró el decorado aunque, por fortuna, Robert Navarro tampoco acertó para firmar el 0-2 como tampoco lo hizo Karrikaburu, en una gran contra del punta txuri urdin.

Los riojanos se la jugaron con Calderón y este movimiento si dio frutos. La SDL ganó en velocidad y comenzó a explotar sus contras. La Real B se fue con alegría a por la sentencia en un encuentro rota y, en una de esas desatenciones, Calderón percutió, descosió a la zaga y asistió a Diego Esteban que no se atrevió a golpear de  izquierdas aunque el rechazo le llegó al de Almansa que firmó el 1-1.

En el cuarto de hora final, SDL y Real B se vaciaron. Lobete perdonó el 1-2. También pudo encontrarse con la remontada el equipo riojano en una acción de Borja que dio en la mano de un central. No fue penalti pero pudo serlo. Fue el último esbozo de un desenlace de lo más agradecido.