Empresas de ocio exigen al Gobierno que regule su actividad

Feli Agustín
-

El sector, que agrupa a 420 familias, destaca que cumplen todo los protocolos y medidas de seguridad y lamenta que no se puedan celebrar espectáculos en espacios abiertos

Representantes de ARESSTO, en el programa ‘Punto de Encuentro’, de La 7 de La Rioja. - Foto: Óscar Solorzano

La suspensión, primero de las fiestas de Santo Domingo la semana pasada, y las de San Bernabé en Logroño este lunes, ha puesto sobre la mesa la situación que atraviesan las empresas de artes escénicas, espectáculos, actividades socioculturales, recreativas y de entretenimiento, que llevan un año paradas sin perspectivas  de comenzar a trabajar.

Así lo denunciaron ayer en el programa Punto de Encuentro de La 7 de La Rioja los responsables de la junta directiva de la Asociación Riojana de Empresas de Servicios Socioculturales, de Tiempo Libre y Ocio (ARESSTO), integrada en la FER, que exigen al Gobierno riojano que regule una actividad que, entre otras, agrupa orquestas, hinchables u organización de campamentos, fiestas infantiles y espectáculos de calle.

«La situación es complicada y difícil de asumir porque nuestra vida profesional se ha paralizado  sin saber por qué», señala el presidente de la asociación, Saúl Petite, responsable de Espectáculos El Torico, que destacó que se encuentran «anímicamente tocados».

Reiteró que el sector, que es «competitivo, profesional, responsable y serio», está preparado para cumplir todos los protocolos y ofrecer seguridad al público, al tiempo que exigió «medidas urgentes y específicas» para retomar una actividad que agrupa en La Rioja a unas 420 familias.

«Ha sido un año complicado», coincidió Sergio Formoso, vicepresidente de ARESSTO, que informó de que en 2020, una vez declarado el primer estado de alarma, su orquesta, La Pasarela, solo tuvo una actuación, y fue en Cataluña. Al respecto, manifestó su comprensión sobre la suspensión de las fiestas, y entiende «que no se pueda celebrar una verbena hasta las cuatro de la mañana», pero defiende el desarrollo de otros espectáculos, como actuaciones por la tarde o a la hora de vermú, «al aire libre y con mascarilla» .Asimismo,  Juan Pinillos, vocal de la asociación y propietario de Plan B, que desarrolla, entre otras, actividades en centros jóvenes y ludotecas, constató que el Instituto Riojano de la Juventud (IRJ) saca hoy las plazas para los campamentos de verano, sin que las empresas encargadas de organizarlas tengan constancia de cuáles son los requisitos que se van a exigir para su desarrollo. «No hay regulación en el ‘semáforo’ de cómo se va a poder desarrollar», criticó Pinillos, convencido de que los campamentos de verano son lugares ideales para el aislamiento y «las actividades seguras» porque se desarrollan al aire libre. 

A este respecto, insistieron en mostrar su extrañeza porque se puedan mantener actividades culturales en espacios cerrados, como teatro, sin que se prevea el desarrollo de actuaciones organizadas de carácter lúdico o de ocio en espacios abiertos.

Hechos, no palabras. Informaron de que se han reunido con representantes del Gobierno de La Rioja, que les han dado «buenas palabras», pero Petite afirmó que están «hartos de ser políticamente correctos» y exigen que se pase de «los dichos a los hechos».

Mostraron su incomprensión por depender de la Dirección de Política Local en vez de Cultura -como sucede en otras comunidades autónomas-. y relataron que en su reunión con la Federación Riojana de Municipios, los ayuntamientos les informaron de que «tiene dinero» para festejos, aunque se mantiene igualmente expectantes ante las directrices que adopte la Consejería Salud. Al respecto, piden a los municipios que destinen  las cuantías a los fines que los tiene previstos porque su trabajo es necesario, también para el público.«Si no trabajamos desaparecemos», destacó Petite, que pidió al Gobierno que vaya dando pasos porque «cancelar cuesta un minuto».