Un grupo de la UR participa en la catalogación de satélites

El Día
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El equipo de cálculo científico del campus riojano ha suscrito un contrato con el Centre National d'Etudes Spatiales de Toulouse para mejorar las herramientas para catalogar satélites artificiales

Representación de basura espacial. - Foto: NASA

El Grupo de Cálculo Científico (GRUCACI) de la Universidad de la Rioja, que lidera el catedrático de Lenguajes y Sistemas Informáticos Juan Félix San Juan, ha suscrito un contrato con el Centre National d'Etudes Spatiales (CNES) de Toulouse para mejorar las herramientas de catalogación de satélites artificiales actualmente existentes.

Tal y como ha informado la UR, la mayoría de los satélites en el espacio cercano a la Tierra se encuentran fuera de control y con riesgo de interferir o colisionar con los que están activos.

Esto hace necesario disponer de un catálogo que actualice de forma continua las posiciones de todos los satélites para poder predecir sus posiciones futuras.

El Grupo de Cálculo Científico (GRUCACI) propone añadir a este catálogo no solo la posición en un momento determinado, sino también una serie de parámetros estadísticos que permiten mejorar la predicción de las posiciones futuras sin apenas aumentar la complejidad del modelo a utilizar.

Ha explicado que la originalidad de esta propuesta, que requiere el uso de avanzadas técnicas de inteligencia artificial, ha llamado la atención del prestigioso centro de la agencia espacial francesa, que ha firmado un contrato para poner a punto durante el próximo año este novísimo propagador orbitral.

BASURA ESPACIAL

Más de tres cuartas partes de los miles de satélites que hay en el espacio cercano a la tierra están fuera de control por haber terminado su combustible; por lo que evolucionan bajo la sola influencia de las leyes de la naturaleza con el riesgo de que alguno de estos satélites inactivos pueda interferir, o incluso colisionar, con algún satélite operativo, cosa que ya ha ocurrido en el pasado.

Los perjuicios derivados de tales accidentes se pueden evitar con una pequeña maniobra de reposicionamiento del satélite operativo, pero eso exige conocer con antelación suficiente los datos de la posible colisión mediante un catálogo fiable que actualice las posiciones de todos los satélites para predecir su ubicación futuras.

La predicción orbital precisa requiere el uso de modelos muy complejos que tienen en cuenta efectos gravitacionales, el rozamiento atmosférico, la radiación solar, etcétera. Actualmente, las herramientas de cálculo que permiten predecir en forma rápida miles de órbitas de satélites se basan en modelos muy sencillos y por tanto no son demasiado exactos.