«Espero aprender lo máximo posible y hacerlo lo más rápido»

M. A. G-S.
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Arturo Grávalos (Cervera, 1998) se prepara para su debut en el campo profesional con el Kometa, escuadra italiana en la que militará las próximas dos temporadas con el sueño de poder competir en una gran vuelta.

«Espero aprender lo máximo posible y hacerlo lo más rápido» - Foto: Tuba Zoljan (imagen cedida por Arturo Grávalos)

Arturo Grávalos (Cervera del río Alhama, 1998) ha abandonado momentáneamente la bicicleta de carrera para quemar kilómetros con la bicicleta de montaña, en el epílogo de una temporada extraña en la que ha hecho tantos kilómetros en el rodillo como en la carretera. Pero el año que viene se enrolará en el Kometa Eolo, escuadra italiana en la que competirá las próximas dos campañas. Atrás quedarán sus dos años en la FundaciónContador, a la que llegó tras militar en el Caja Rural.   

2020, a efectos ciclísticos, está acabado.

 

¿Cuál es su balance?

Ha sido una temporada muy atípica. Creo que, teniendo en cuenta la lesión de 2019, ha sido bastante buena. Eso sí, el Campeonato de España no fue lo mío. Se me rompió la cabra en la crono y mira qué es difícil. En la prueba en línea, me caí en una montanera...

¡Pero corrió en Hungría!

Participé en el Tour de Hungría, cinco días, con etapas de 180 kilómetros, con equipos World Tour. Acabé entre los treinta primeros y encima trabajé para el equipo.

En cualquier caso, lo mejor está por llegar.

Así es. Me llamó el equipo, era Ivan Basso y pensé: es para despedirme o para algo bueno. ¡Era para lo segundo! Me hace una ilusión tremenda. Son dos temporadas, estructura profesional, gran proyecto...

¿Qué espera de este paso?

Aprender lo máximo posible y hacerlo lo más rápido posible. Daré todo lo que tengo.

¿Le asusta el reto?

No, no. No me asusta. Me pasa lo que a todos los ciclistas. Si estoy en forma, puedo con todo. No me asusta ni el rodar ni la montaña. La media montaña la paso bien pero sí que es cierto que nunca he hecho alta montaña. Veremos.

Tras la lesión de 2019, ¿quién se lo iba a decir?

Pues sí porque fue una lesión de las que te afecta a la cabeza. Pasas de estar arriba a verte abajo. Sabía que era hundirme o salir reforzado. Fue  una lesión complicada, con un injerto de piel en la muñeca izquierda, con reconstrucción de arteria, la obligación de estar tres o cuatro meses parado, sin poder hacer nada... Pero lo pasamos.

Pogacar, Evenepoel, Van der Poel... ¿Qué siente ante la posibilidad de correr con ellos?

Ójala tenga la suerte de correr con ellos. A ver si puedo compartir muchas.

De todos estos, ¿quién es el que más le llena?

Remco Evenepoel. Es un mundo aparte. Ha ganado todo lo que ha corrido. Tiene algo que no tiene nadie. Como se dice en el ciclismo, está tocado con una varita mágica.

¿Se ve en una grande en 2021? ¿Giro? ¿Vuelta? 

Sí, por qué no. Tendré 23 años en 2021 y si nos invitan, sí que me veo. Somos una escuadra italiana. Es más fácil que nos inviten para el Giro.

El ciclismo profesional se ha salvado. En 4 meses se ha resuelto todo. ¿Cómo lo ha visto?

Para como pintaban las cosas, ha salido todo bastante bien. Y eso que durante en el confinamiento uno llega a pensar que no se va a correr nada. Es un lío tener que hacer test y todo el protócolo, pero ha sido la única forma de salvar las carreras.

¿Su triunfador del año?

En mi opinión, Pogacar. Por lo que hizo en el Tour y por como se le vio en el Mundial. 

El ciclismo profesional se ha salvado, pero el aficionado se ha resentido.

Sí, porque es un circuito de pruebas muy relacionado con las fiestas de las localidades. Las sufragan los ayuntamientos y muchos no han querido arriesgar. También es comprensible.

Abandonó el triatlón por el ciclismo. ¿Se arrepiente?

No, no, no me arrepiento. Hubo una época en la que el triatlón era lo que más me gustaba pero eso ya pasó. Cuando era juvenil probé la bicicleta en serio. Estudiaba en Zaragoza y decidí que eso era lo mío.